Liderazgo y Voto: Tu Poder en Acción

Por Jdromo @JDRomoG

El liderazgo no es solo para quienes están al frente de un equipo o una organización. Es algo que ejercen las madres y los padres de familia en la cotidianidad de sus hogares. Es algo que practicas tú, cada día, al tomar decisiones que moldean tu bienestar y tu futuro. 
Cada uno de nosotros es líder. Asumimos este rol el momento en que tomamos control de nuestras vidas, eligiendo caminos distintos a los que otros podrían dictar para nosotros. 
Liderar implica ser responsable, una cualidad que demuestra carácter y madurez—y no, madurez no es sinónimo de edad, sino de la capacidad para asumir las consecuencias de nuestras decisiones sin culpar a otros. Esta responsabilidad se puede encontrar tanto en jóvenes como en adultos. 
Sin embargo, hay quienes optan por la victimización en lugar de liderar. Aunque es cierto que existen circunstancias adversas que nos afectan, la victimización frecuentemente se relaciona con nuestras propias omisiones o decisiones desafortunadas. Esos momentos en que sabíamos que podíamos hacer una diferencia, pero elegimos el silencio, o peor aún, nos sometimos por conveniencia. 
Renunciar a liderar tu propia vida es fácil; lo difícil y lo valioso es mantenerse firme y activo. Aquí es donde entra el acto de votar. Votar es una expresión de liderazgo. 
Durante las elecciones en los países democráticos, aquellos que votan demuestran su madurez y compromiso con el futuro. El abstencionismo, por otro lado, es signo de apatía y sumisión, una declaración de que otros pueden tomar decisiones por ti. 
En un mundo lleno de desafíos, incertidumbre y desigualdades, donde las oportunidades para ejercer tu liderazgo pueden parecer limitadas, votar es una oportunidad de oro
Si resides en un país democrático y tienes el derecho al voto, ejercerlo es afirmar que, como líder de tu vida, estás comprometido a construir un mejor futuro para ti, para tus seres queridos y para la sociedad. 
El Día de las Elecciones, te invito a que tomes una postura activa. Vota como el líder que eres. Haz que tu voz sea escuchada y contribuye activamente al cambio. No dejes que otros decidan por ti. Tu voto es tu voz, tu herramienta, tu poder. Usa ese poder para hacer una diferencia, porque cada voto cuenta y cada elección define nuestro camino colectivo hacia el futuro.