Ligero de equipaje

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

Esta mañana me levanté temprano, muchos preparativos, en pocos días salimos de viaje.

Me he levantado con la intención de medio preparar la maleta, entresemana con todos los trasiegos me resulta difícil hacerlo y preparar la maleta para un viaje largo no es tarea fácil, es como no querer que falte de nada, al menos de nada de lo que creemos vamos a necesitar. Es como estar fuera de casa pero querer tener todas las cosas que tenemos en casa.

Y así me pasa siempre, que voy por el mundo con unos maletones imposibles, exceso de equipaje, arrastrando un peso enorme incluso para mi que soy grande. Con una maleta llena de por si acasos, por si acasos que siempre terminan no terminando. Por si hace frío, por si hace calor, por si llueve, por si me mancho, por si enfermo, por si me hago daño, por si se me rompen los zapatos, por si necesito coser un botón, por si se acaban las pilas, por si me pierdo, por si me encuentro... Una maleta llena de por sis, con poco espacio para lo inesperado. Una maleta que pesa con las experiencias del pasado, que condiciona las del futuro, que me imposibilita un presente pleno.

Esta mañana elegí una maleta pequeña para viajar, una maleta de esas que llaman de cabina porque decidí que estas vacaciones, sobre todo, lo que quiero es andar liviana, andar descalza, andar sin peso, empaparme de lo que haya, llevarme casi nada y traer de todo puesto.

Ha sido difícil decidir qué meto dentro, liberarse de los por sis y además dejar espacio para lo nuevo, he estado un largo rato delante de esa maleta, negociando, no cabía nada!, a penas unas mudas y ya no podía cerrarla, yo la veía vacía!! Qué es lo que estaba pasando?

Hasta que he podido verlo, hasta que he podido sentirlo, palparlo, olerlo, saborearlo. Hasta que me ha invadido la grandeza de lo que ya tengo dentro de esa maleta, hasta que he vislumbrado su dimensión...llegaba hasta donde se pierde la vista, esa maleta....esa maleta no cabe en un avión. Tiene tanto y...pesa tan poco... que la podría levantar una mariposa en un aleteo.

En esa maleta he encontrado mucho de amor, de generosidad, de comprensión, de confianza. Pedacitos sin usar de libertad, unas pequeñas capsulas de energía vital. Unas cajitas, todavía precintadas, con aventuras aseguradas. Unos mapas usados de territorios desconocidos que alguien dejó para mi, unas curiosas gafas para bucear en el universo, una pequeña linterna que tiene inscrito "para viajar hacia adentro", unas pastillas de canela y violetas para seguir endulzando la vida. Un mini bolígrafo y cientos de postales en blanco por ambos lados, para pintarlas, para escribiros nuevos momentos. Y un diario de color rojo con infinitas hojas en blanco que en su carátula pone "Para lo nuevo".

Y cuando ya parecía que lo había mirado todo, he descubierto un pequeño bolsillo en un lateral, con una cremallera transparente, como de gelatina y al abrirlo ha salido un holograma, un holograma en el que estaban todas vuestras sonrisas, las de todos los que me acompañáis en este viaje apasionante de vivir MEJOR esta vida. Sonrisas que me estaban deseando un buen viaje, sonrisas que me decían "A la vuelta nos contamos. Vete, vive, experimenta, exponte, arriesga, empápate, ama, ríe, llora, grita, enfádate!, besa y abraza con esos abrazos que sólo sabes dar tu. Vuelve y nos contamos, escribe si puedes y déjanos saber de ti"

Y esa es la maleta que me llevo a mi viaje, una maleta ligera con todo lo que necesito y con mucho, mucho espacio para lo que venga.

Os seguiré escribiendo, os seguiré contando, nos seguiremos acompañando.

Miles de abrazos!!

Os dejo con Benjamin Francis y SHINE: "Espero que encuentres lo que estas buscando..."

Mi querido amigo, he escrito desde las entrañas.

Fuente: Mayeutika.

C. Marco