Después de un fabuloso
En esta ocasión encuentro más dureza en su música, difícil de clasificar para un servidor. Sonidos más fuertes, una voz que ha crecido y demuestra cierto enojo en algunos temas que buscan distanciarse de un pop-indie clásico. Más percusión, incluso podríamos llamarlo tribal como en el caso de "Jerome" o "I Follow Rivers", aunque aún tengo mis dudas.
Me encanta que aún ante esa coraza exterior que desea proyectar juega con esa inocencia que la ha caracterizado y con la que cuenta a sus 21 años, sobre todo en canciones como "Love Out of Lust", "Unrequited Love" o "I Know places".
Incluso ese juego que lleva a cabo de esa electroacústica que nos muestra en "Get Some" y ""Rich Kids Blues", proyectándome una clara película en blanco y negro, esto quizá se deba a la influencia que ejerció Bjorn Yttling (Peter, Bjorn & John).