En lineas generales la adolescencia suele ser un período de desarrollo personal que tiende a relacionarse con la Rebeldía. Digo en líneas generales porque por suerte, de momento...shhhhh, no me encuentro en esta situación en casa.Muy posiblemente haya quién me tilde de desnaturalizada por afirmar lo que voy a decir, bueno, escribir.... Que es peor, porque lo escrito ahí queda....Si un adolescente se comporta de forma inadecuada los padres tendemos a castigar, pero hemos de tener claro que podemos caer en el tremendo error de que el castigo esté presente casi a diario en su vida.Lo que como padres hemos de conseguir es que el adolescente, después de una conducta incorrecta sea capaz de reflexionar y así evitar conductas repetitivas.¿Dejarlo sin privilegios? , pues hombre, esto funciona en dos o tres ocasiones, no más. El ya famoso "te dejo sin......", pero si lo usas a menudo lo que pasará es que llegará un momento en que el adolescente ya no "tenga nada" y por lo tanto no reaccione.Lo "ideal" y "de manual" , que no lo mismo que fácil, es que la consecuencia pedagógica sea educar; además así nos ahorramos traumas futuros. Los adolescentes están necesitados de límites, límites que impliquen un grado de esfuerzo.No debemos olvidar que los padres hemos de trabajar muy duro para ser un anclaje emocional, un referente, que nos tengan respeto, admiración y confianza... Así que olvidemos el rollito de "yo soy amiga de mi hija" NOoooooo, nuestros hijos ya tienen a sus amigos, nosotros tenemos otra función, hemos de dar esa sensación de que lo tenemos todo controlado, de que llevamos el timón y no nos tambaleamos.Por lo que un No es un No.Hemos de hacer un buen uso de la coherencia, la firmeza y ser consecuentes.El castigo (palabra que no suele gustar) ha de ser excepcional, coherente, y acorde a la falta cometida...ha de ser disuasorio, no han de tener cabida las amenazas, las faltas de cariño, de respeto y desde luego,ha de ser cumplibe, si a todo ello le sumamos que nunca hay que levantar el castigo..... Se ha de cumplir a raja tabla, sino flaco favor le hacemos a la finalidad del mismo y al propio adolescente, que se puede llegar a tomar a pitorreo nuestros castigos en un futuro.Pero, que difícil poner límites en el tiempo que vivimos en los que muchos adolescentes lo tienen todo ilimitadamente no??????? ....Como madre de una pre adolescente os diré que no es tarea fácil educar y poner esos límites; ni que decir tiene que hay ocasiones en las que toda la verborrea que os he "vomitado" parece caer en el olvido de forma momentánea.... Pero intento hacerlo bien. También es verdad que es de recibo decir que mi hija es buena niña..... De momento....Lo que si os puedo afirmar es que tengo, tenemos más que asumido que la educación es tarea de los padres; los centros escolares enseñan conocimientos, buenas conductas y en ocasiones ética; pero la educación en valores, límites y responsabilidades corre de nuestra cuenta.... Es un compromiso el cual empieza desde el momento en el que decidimos convertirnos en padres.
En lineas generales la adolescencia suele ser un período de desarrollo personal que tiende a relacionarse con la Rebeldía. Digo en líneas generales porque por suerte, de momento...shhhhh, no me encuentro en esta situación en casa.Muy posiblemente haya quién me tilde de desnaturalizada por afirmar lo que voy a decir, bueno, escribir.... Que es peor, porque lo escrito ahí queda....Si un adolescente se comporta de forma inadecuada los padres tendemos a castigar, pero hemos de tener claro que podemos caer en el tremendo error de que el castigo esté presente casi a diario en su vida.Lo que como padres hemos de conseguir es que el adolescente, después de una conducta incorrecta sea capaz de reflexionar y así evitar conductas repetitivas.¿Dejarlo sin privilegios? , pues hombre, esto funciona en dos o tres ocasiones, no más. El ya famoso "te dejo sin......", pero si lo usas a menudo lo que pasará es que llegará un momento en que el adolescente ya no "tenga nada" y por lo tanto no reaccione.Lo "ideal" y "de manual" , que no lo mismo que fácil, es que la consecuencia pedagógica sea educar; además así nos ahorramos traumas futuros. Los adolescentes están necesitados de límites, límites que impliquen un grado de esfuerzo.No debemos olvidar que los padres hemos de trabajar muy duro para ser un anclaje emocional, un referente, que nos tengan respeto, admiración y confianza... Así que olvidemos el rollito de "yo soy amiga de mi hija" NOoooooo, nuestros hijos ya tienen a sus amigos, nosotros tenemos otra función, hemos de dar esa sensación de que lo tenemos todo controlado, de que llevamos el timón y no nos tambaleamos.Por lo que un No es un No.Hemos de hacer un buen uso de la coherencia, la firmeza y ser consecuentes.El castigo (palabra que no suele gustar) ha de ser excepcional, coherente, y acorde a la falta cometida...ha de ser disuasorio, no han de tener cabida las amenazas, las faltas de cariño, de respeto y desde luego,ha de ser cumplibe, si a todo ello le sumamos que nunca hay que levantar el castigo..... Se ha de cumplir a raja tabla, sino flaco favor le hacemos a la finalidad del mismo y al propio adolescente, que se puede llegar a tomar a pitorreo nuestros castigos en un futuro.Pero, que difícil poner límites en el tiempo que vivimos en los que muchos adolescentes lo tienen todo ilimitadamente no??????? ....Como madre de una pre adolescente os diré que no es tarea fácil educar y poner esos límites; ni que decir tiene que hay ocasiones en las que toda la verborrea que os he "vomitado" parece caer en el olvido de forma momentánea.... Pero intento hacerlo bien. También es verdad que es de recibo decir que mi hija es buena niña..... De momento....Lo que si os puedo afirmar es que tengo, tenemos más que asumido que la educación es tarea de los padres; los centros escolares enseñan conocimientos, buenas conductas y en ocasiones ética; pero la educación en valores, límites y responsabilidades corre de nuestra cuenta.... Es un compromiso el cual empieza desde el momento en el que decidimos convertirnos en padres.