La semana pasada, cenando con un grupo de amigas, una de ellas lo comentó, y me pareció una idea estupenda, así que lo hice, lo he usado en varias ocasiones y hoy os lo cuento.
Se trata de lavar un limón bien (con piel), trocearlo (en cuatro trozos es suficiente) y meterlo en el congelador. Al día siguiente (o cuando ya esté bien congelado), lo trituramos. Lo metemos en un tupper y lo dejamos en el congelador para futuros usos: espolvorear en ensaladas, salsas, granizados, yogures, zumos, bizcochos, helados.... en fin.. su utilidad es infinita.
¡¡BUEN COMIENZO DE SEMANA A TODOS!!