Hace unos años, mientras cotilleaba en la tienda de productos halal que frecuento, me encontré un bote sorprendente, porque lo único que contenía era un limón.Me quedé a cuadros, ya que al leer los ingredientes, no entendía que aquél preparado artesanal que tan solo llevaba sal, agua y limón; alcanzase un precio tan alto. Lo dejé bien colocadito en su estantería y salí por la puerta, con la firme decisión de averiguar para qué se utilizaba y sobre todo, cómo podía hacerse en casa.Estos Limones Encurtidos o Confitados como también se les conoce, son parte imprescindible de muchas recetas de la cocina marroquí. El otro día que estaba haciéndolos de nuevo, caí en la cuenta que aún no te los había enseñado, y aquí estoy poniendo remedio. Más fácil no puede ser, con unos simples pasos y un poco de paciencia {por el periodo de espera}, los tienes preparados. El Pollo con aceitunas y limón encurtido, que es como yo lo he comido, está escandalosamente rico. Como los limones hay que tenerlos un mes hasta que podamos emplearlos, dentro de unas semanas volveré con la próxima receta.
Pero no pierdas el tiempo, y ponte con las manos en el limón.Existen tantas recetas como arena en el desierto, la mía es sin duda, la más simplona, pero me da buen resultado y me encanta como quedan.
Una pura delicia, la verdad.
- Parte el limón por la mitad desde la parte del pedúnculo, pero sin llegar a separarlo, deja dos centímetros sin cortar en la base.
- En un bote de cristal, esterilizado, pon una cucharadita de sal gruesa.
- Introduce el limón y mientras con una mano fuerzas con los dedos los cortes que has hecho, con la otra, vas rellenándo con sal fina generosamente.
- Templa agua y la viertes por encima, hasta que llegues al borde.
- Durante los tres primeros días, cuando te acuerdes, giras el bote, y alterna {una vez tapa arriba, la siguiente tapa abajo}.
- Guardalo en la oscuridad, y a esperar.
Dentro de un mes te los enseño ¿vale?