La actriz de 26 años de edad, quien se encuentra en una clínica de rehabilitación en California, debido a la sentencia de un juez, asegura que no tiene ningún adicto, y que en su vida, de sus 20 a los 23 años sólo consumió cocaína 'en cuatro o cinco ocasiones'. Dijo que no le gustaba esa droga, porque se acordaba de su padre, Michael Lohan, quien ha tenido problemas similares en el pasado.
LiLo dijo a Morgan que usaba la marihuana y el éxtasis. "Prefiero esto que otras drogas", argumenta, destacando también que nunca probó LSD o heroína: "Estas cosas me dan miedo", explicó.
"En 2007 fui arrestada con cocaína. Era la primera vez que consumía drogas. Me fui a un club y estaba con gente con la que no debería haber estado. Consumi cocaína y me metí en el coche. Fue muy estúpido", dice.
Para la actriz, enviarla a rehabilitación es inútil. Ella cree que lo mejor sería enviarla a diferentes países para trabajar con niños pobres.