O al menos, aun no lo tiene todo perdido. Bueno, sí, está el asunto de Playboy, pero tampoco sabemos que favores le habrá hecho LINDSAY LOHAN al diseñador Philipp Plein, que la ha escogido como imagen. Dejando a un lado a los diseñadores que se hayan tenido que pegar horas y horas retocando esto con Photoshop tipo taller clandestino, hay que decir que las fotos tampoco están tan mal. Veamos la asombrosa transformación:
En efecto, esta es una lección magistral de como deshacerse de heridas varias y años de drogadicción de un plumazo. Yo quiero uno igual.
Fotos via The Superficial.