El pasado viernes, Lindsay Lohan se encontraba al volante de un Porsche alquilado, acompañada por su representante, conduciendo por la autopista del Pacífico en Santa Mónica (California) cuando impactó con la parte trasera de un camión.
Inmediatamente después, la que fuera una de las niñas prodigio de la factoría Disney fue trasladada al hospital de la UCLA en Santa Mónica donde se le realizaron todo tipo de pruebas. En cuanto al automóvil y según las imágenes publicadas por la web estadounidense: siniestro total.
Tras un exhaustivo examen médico, tanto Lindsay Lohan como su agente recibieron el alta hospitalaria. Horas después, la intérprete estadounidense, a pesar de las heridas, se dirigía al estudio de rodaje de Liz & Dick, su último proyecto cinematográfico en el que da vida a la legendaria Elizabeth Taylor.
Según TMZ, fue la propia Lindsay quién se negó a cancelar el día de rodaje por culpa de su accidente. Tanto es así, que ocultó sus heridas bajo capas de maquillaje.
Parece que, esta vez, Lindsay Lohan se ha tomado en serio su papel. Advertida estaba.
Fuentes: TMZ, europa press.