Madrid en febrero. © AJR, 2018
(A LAC, que me decía...) Ingenio dices que no basta. Nunca se puede congregar todo en la mismaparadoja ni hacer que lo que abisma
al cielo suba. La pasión se trunca
al hablar de ella y cae en la espelunca
del mortal tedio quien restaura el cisma
entre el ser y el sentir. Es viejo el prisma
del tiempo que ayer fue y hoy es ya nunca.
La clave del poema es el cerebro
pegado al corazón. Cuerdas vocales
de la memoria tensan las palabras
para arrancar de ellas el requiebro
de todas estas cosas naturales
que claras son también aunque macabras.