Estamos rodeados de creaciones que vienen de la ciencia. Sin embargo, los científicos raramente son los que ganan dinero de esos avances que dan forma a nuestro mundo. Mientras que Silicon Valley produce billonarios menores de 30 años – como Evan Spiegel de Snapchat – todavía ningún Premio Nobel se ha convertido en billonario.
La mayoría de industrias requieren 3.000 ideas para producir un producto final que sea sustancialmente nuevo y comercialmente exitoso. Diversos centros de investigación, con potencial para generar descubrimientos, están desapareciendo debido a la escasez de recursos. Recientemente, estos centros han fallecido no sólo en la universidad (14%), sino también en la industria (41%) y en el gobierno (45%).
Por un lado, aunque el gasto en I+D sobre el PIB se mantuvo estable en el 2,4% en los países de la OECD, las empresas todavía no han recuperado los niveles de gasto en I+D, previos a la crisis, en muchas geografías como Finlandia, Japón y Estados Unidos. Además, algunos gobiernos han reducido sus presupuestos destinados a I+D.
Por otro lado, los inversores están poco predispuestos a apoyar proyectos a largo plazo como el descubrimiento de nuevas entidades moleculares, un modelo de I+D que tiene una tasa de éxito estimada de menos del 4%, un coste de capitalización por lanzamiento de 1,78 mil millones de dólares y un ciclo de 13,5 años antes del lanzamiento.
Basado en 61 entrevistas con directores generales de centros de investigación, Josemaria Siota concluye que ''ningún aspecto importa más a los directivos de los centros de investigación que esto: ¿cómo lograr la sostenibilidad económica de la institución, preservando al mismo tiempo la calidad de la investigación?''. Este aspecto preocupa en todo tipo de centros, ya sea de ingeniería, productos farmacéuticos, electrónica, o incluso en escuelas de negocios.
Para abordar este problema, el libro Linked Innovation examina las brechas en el proceso de innovación y propone 12 modelos de negocio junto a 28 buenas prácticas para impulsar el crecimiento en esos centros, y así conseguir conectar las distinas etapas del proceso de innovación, desde la investigación hasta la comercialización. Estos mecanismos incluyen la traducción de los descubrimientos a impacto a través de herramientas como el design thinking, el desarrollo de emprendedores académicos, la adopción de principios de investigación lean, etcétera. Basado en cuatro años de análisis de 3.881 centros en 107 países, el autor muestra ejemplos de instituciones como Harvard, Oxford, Roche, Google, Fraunhofer y la NASA.
El libro está disponible en Springer y Amazon. Existen copias para revisores a través de la editorial. El autor está accesible, en LinkedIn y Twitter, para entrevistas y conferencias.
Josemaria Siota es el director general de Simastec Consulting. Ha publicado sobre crecimiento estratégico e innovación para compañías como PwC, Oliver Wyman y McGraw-Hill, ha hablado en conferencias en instituciones como Harvard Business School, y ha sido mencionado en medios como la revista Forbes. Además, ha cofundado cinco startups y figura entre las 100 primeras autoridades del mundo de la consultoría de gestión según la entidad Agilience. Anteriormente, trabajó en Deloitte.