Linkedin: Truco o Trato

Por El Blog De David Fernández Ojeda @alejandrodavidf

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A estas alturas, en tu entorno no hay quien se preste a decir que no conoce la red profesional por excelencia, esa que acumula millones de usuarios en todo el mundo, esa que sigue creciendo en tiempos de crisis, esa que genera –cada vez más- interés creciente entre empresas y profesionales. En unos sectores más que en otros, cierto, pero todos susceptibles de pasar por el filtro de esta red que cobra adeptos allá por donde pasa, especialmente, si hablamos del mundo de los recursos humanos… En la que se convierte en una herramienta “facilitadora” para generar contactos de calidad y –quizás lo más importante- candidatos con perfiles y visibilidad notables. Y tú. ¿tienes ya tu perfil creado?.
En ese sentido, no todo son comentarios positivos, máxime cuando éstos vienen de directivos y empleados que “no creen en la magia real” de las redes sociales a la hora de buscar negocio o favorecer la marcha del mismo. De ahí que duden de su eficacia y lo vean más como una pérdida de tiempo para los que las usan y un enganche a un medio que poco o nada les aportará. Tienen “truco”…

Buena o Mala, lo cierto es que a pocos es indiferente y, si bien es cierto que hay aún muchos que no alcanzan a valorar el alcance de las acciones positivas que puede generar para la empresa y para sí mismos a la hora de labrar su presente y futuro profesional, y su uso, depende para qué sectores, se está generalizando.
Ahora bien, ¿sabrías decirme cuál es el fin último de esta red social para profesionales?. Pues, como en el resto, el intercambio de información y, más concretamente, la colaboración entre usuarios. Es por eso que, cuando hablamos de personas, deben tenerse en cuenta una serie de normas básicas de convivencia que, en general, se marcan para establecer un punto de partida común hacia ese fin último.
¿Y has pensado si gestionas bien tu perfil, si tienes la visibilidad que precisas, si generas los contactos adecuados?. Muchas cuestiones y todas ellas, susceptibles de responderse haciendo alusión a una sola palabra: estrategia.
Toda vez que has decidido darte a conocer en Linkedin, puedes considerarlo un excelente escaparate en el que tu imagen, contenidos y actividad tendrán mucho que decir. ¿Por qué no aprovechar esa condición y considerarlo una ventaja en la línea de salida hacia tus retos profesionales?. Para ello, sí existen trucos (y no precisamente a los que hacía referencia antes) que pasan por trazar una estrategia tras definir tus objetivos. Tener claro estos dos puntos es vital a la hora de tener el mejor rendimiento posible y, sin ellos, serás uno más perdido en el todo de Internet.
Hace mucho tiempo, alguien me preguntó si “existía o no”. Me dijo, si estás visible en Internet, existes, si no es así… Aún estás a tiempo de solucionarlo. ¿Crees que es tu caso?. Pues –repito- “aún estás a tiempo de solucionarlo”. Recuerda, empieza por marcar tu objetivo (para qué) y marca tu estrategia (cómo) para conseguirlo. El éxito en tu empeño dependerá de la calidad de tu perfil, de tu capacidad para generar contactos y compartir contenidos de referencia y, sobre todo, de la constancia. No olvides que se trata de una carrera de fondo.
¿Hay truco?. Sí muchos. Permíteme sugerirte algunos:
- Usa tu nombre y apellidos, nada de diminutivos o nombres a medias que dificultarán la búsqueda y localización de tu perfil por otros usuarios). - Personaliza la URL de tu perfil, es más profesional y, además, favorece tu visibilidad en internet. - Elige bien la profesión que te defina y recuerda que a veces, lo más sencillo es lo más efectivo. Huye de extravagancias tales como “El Rey de las Ventas” para decir que eres comercial o “El defensor de la Justicia” para definir tu condición de abogado, por ejemplo. - Elabora un buen texto de presentación en que se describa, a grandes rasgos, tu potencial, experiencia y lo que buscas (tampoco está de más, hacer referencia a lo que estás dispuesto a aportar). Querer decir “mucho” y no saber expresarlo es como no decir nada. - Afinar a la hora de enumerar tu experiencia profesional, obviando lo irrelevante y dejando constancia de tus funciones en cada una de ellas (hay quien aprovecha para comentar los logros obtenidos). - Añade competencias y, a medida que otros usuarios, las vayan confirmando, tu perfil irá cobrando mayor credibilidad y, por tanto, mayor visibilidad y peso en la red. Eso ayudará a que acepten tus invitaciones a conectar y generar nuevos contactos.

¿Hay más?. Por supuesto, muchas más. Muchísimas… Pero no quisiera focalizar tu lectura en los trucos sin llamar tu atención sobre los “tratos”. Porque… ¿Existen tratos?. Pues sí, existen y muchos. Te pondré algunos ejemplos:
- En la búsqueda de empleo, tener la posibilidad de contactar con la empresa, con sus directivos o, mejor aún, con sus responsables de recursos humanos, puede marcar la diferencia entre conseguir el trabajo que deseas. La anticipación, la proactividad y la actitud son valores muy apreciados por las empresas y, evidentemente, por los profesionales de RRHH. - En la búsqueda de nuevos clientes, puede abrir puertas allá donde nunca pensaste que podrías llegar (y lo digo por experiencia propia), tantear nuevos targets de clientes e incluso “hacer discreta publicidad” de tus servicios. - A la hora de buscar ampliación de negocio, de plantear nuevos socios o alianzas, éste, puede ser un buen punto de partida para extraer datos de interés antes de abordar contactos presenciales de mayor relevancia.
Permíteme que insista… La estrategia, esa palabra tan valiosa y, sin embargo, no tan bien vista por otros, podrá hacerte cruzar la línea de lamediocridad en tus resultados porque, sin duda, te dará herramientas para abrirte paso en la vorágine de este mercado cada vez más globalizado y competitivo.
Por tanto, a estas alturas, me gustaría saber qué vas a elegir llegado el momento: ¿será TRUCO o TRATO?.
Entre tú y yo… Elige las dos.
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