LIRIOS
Tiempo de cuidados
A esta altura, los iris de rizoma ya terminaron de florecer y, dado su crecimiento frondoso, hay que eliminarles las ramas que se están secando. Además, es muy común que haya que dividir las matas que suelen estar muy apretadas. En ese caso, se sacan algunas de las ramas centrales para que la luz solar llegue a toda la planta y no sólo a la parte exterior. Esta limpieza también sirve para plantar nuevos ejemplares en otros sectores a partir de las matas que eliminamos de la planta original.
Los pasos a seguir para dividir matas son los mismos que se realizan para trasplantar la planta, cuando deseamos cambiarla de lugar.
1. Levante.
Debe hacerse con mucho cuidado, para no dañar la planta.
2. Limpiarla.
Hay que revisar a fondo los rizomas y cortar las partes viejas o que tengan alguna enfermedad. A cada planta hay que dejarle 5 a 8 cm de rizoma. Si no se quiere perder el ejemplar, se elimina la parte enferma, pero no se la desecha. Se la trata con un fungicida y después se vuelve a plantar. Además, conviene recortar el follaje en forma de rombo para evitar que la planta se deshidrate y favorecer un enraizamiento rápido.
3. Ubicación.
Se los debe plantar en un terreno que reciba sol directo o media sombra. Esto es fundamental, porque los iris suelen enfermarse cuando están mal ubicados y reciben escasa luz solar.
4. Preparación del terreno
Remover media palada la tierra y añadir bastante harina de hueso o, si no, conchilla, que se pueden adquirir en los corralones donde venden materiales para la construcción.
5. Plantación
El rizoma, en parte o completamente, debe quedar a flor de tierra. Si ya echó raíces, sólo éstas quedan tapadas. Si no, se inclina el rizoma de modo tal que una parte queda enterrada y la otra afuera.