Lisboa

Por Tammy2507 @tabonri

Este viaje, fue un regalo de cumpleaños de mi novio y la verdad no me defraudó. Lisboa es la perfecta combinación de turismo de ciudad y playa.

El primer día fuimos directos a Cascais, pues como buen alemán que es mi novio, le vuelve loco la playa . Se tarda una hora en llegar desde la estación de trenes Cais do Sodre y el precio del billete ronda los 5 euros ida y vuelta. Si bien el lugar es hermoso, por desgracia hay demasiados turistas y el agua esta congelada.

Regresando a Lisboa, hicimos una parada en Belém, para subir al Monumento aos Descobrimentos y contemplar una espectacular puesta de sol con el puente 25 de Abril y los Jerónimos como fondo. Recomiendo aprovechar para probar los famosos pasteles de Belém, que son como un hojaldre relleno de natillas.

El segundo dia decidimos patear la ciudad, asi que en vez de tomar el turibus, compramos 2 billetes para subir al tranvía 28, cuyo recorrido te lleva de este a oeste de la ciudad. Lo bueno de Lisboa, es que al ser una ciudad con tantas cuestas, puedes encontrar espectaculares vistas a cada rincón. No dudeis en bajaros del tranvía cuando llegueis al barrio de la Alfama, pues ahí se encuentra el mirador de Portas do Sol.

Tambien recorrimos el centro desde la Plaza del Comercio hasta la zona de Rossio, pasando por el Elevador de Santa Justa, que cuenta con un mirador excepcional, si bien el algo caro (5€ la entrada). Al llegar a la Plaza de Don Pedro IV es fundamental probar la Ginginha, un licor típico del lugar, con un intenso sabor.

Despues dirigimos nuestros pasos hacia el Barrio Alto para ver el atardecer, caipirinha en mano, desde el mirador de Adamastor. Este barrio es auténtico, bohemio y cuenta con muchos lugares donde se reunen espontaneamente cantantes de fado.

El último dia, aprovechamos la mañana para ir al Parque de las Naciones. Llama la atención el Puente Vasco de Gama y las cúpulas de la Estación de Oriente diseñadas por Calatrava, pero en generla no merece la pena desplazarse hasta tan retirado lugar solo para ver aquello.

A mediodia pusimos rumbo a la costa de Caparica. Si bien es un lugar frecuentado por los locales, no es tan sencillo el acceso desde Lisboa. Hay que tomar primero un ferry y posteriormente un autobús. La playa es bastante extensa, y se puede practicar el surf. Tambien hay muchos locales con musica en directo y cocktails a buen precio. De regreso, paramos en la estacion del ferry Cacilhas, para desgustar una sabrosa mariscada. La zona esta llena de restaurantes con mariscos y pescados frescos. Desde el barco de regreso, hay una espectacular panorámica del skyline de Lisboa, además del Cristo Rei.

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Lugares de interés

Pasteles de Belém: Casa Pastéis de Belém

Café: A Brasileira

Tasca: Casa Liège

Comer: Restaurante Alfaia

Cenar: Piazza di Mare

Cocktails: Noobai Café

Fado: A tasca do Chico