La Asociación Hispania Nostra, que arranca en noviembre de 2007, lleva a su espalda la mochila de la Lista Roja, que no es plato de buen gusto, pero que viene bien para que no olvidemos el patrimonio que está a punto de caer por el olvido, aquellos elementos en riesgo de desaparición o alteración de sus valores.
Años atrás me hacía eco en la sección "Vuelta a los Orígenes", de la situación lamentable de la iglesia de San Jorde, románico del siglo XIII que se localiza entre San Pedro de Moarves y Villabermudo, en La Ojeda. Una muestra del abandono de nuestro patrimonio que figura en esa Lista Roja, sin que nadie haya movido un dedo para detenerlo, en ese concepto equivocado en el que nos basamos de que todo se acaba.
Hace unos meses recordábamos el lamentable estado del puente Rojadillo, en el término de Salcedillo. Lo compartía en las redes sociales, donde no faltan los ignorantes y los delincuentes; los primeros, atrevidos; los segundos, partícipes o simpatizantes de quienes se llevan los sillares y bendicen la caída de los restos. No pienso perder ni un minuto en discutir con ellos. Parece que nos han oído los que verdaderamente pueden cambiar su estado y, dado la urgencia y la necesidad de mantenerlo en pie para el desarrollo de las actividades de los vecinos, ya se han adoptado las primeras medidas para recuperarlo.
Lo cierto es que aparecen en aquella lista unos 24 elementos de nuestro patrimonio, entre otros, la ermita de la Virgen del Amparo, en Villavega de Aguilar; las esclusas 31 y 32 del Canal de Castilla, la ermita de la Virgen del Rosario en Grijera, la iglesia y necrópolis medieval de Navas de Sobremonte, el Yacimiento de Monte Bernorio...
Las autoridades locales deberían confeccionar ya su propia Lista Roja, anotando la fecha en la que se prevé su demolición y enterramiento, para que quede constancia a las generaciones que vinieren de nuestro pasotismo, porque todo esto se podía haber evitado tomando conciencia a su debido tiempo.
LA MADEJA | DIARIO PALENTINO