Sammy Hagar, el mismo tipo que puso la voz en bandas legendarias como Montrose o Van Halen y más recientemente en Chickenfoot, acaba de publicar un sorprendente nuevo álbum, y es que seguramente lo último que se podía esperar de él era un álbum acústico. En Mayo pasado Hagar intervino en el Acoustic-4-A-Cure, un evento contra el cáncer infantil que se celebró en el Fillmore de San Francisco, y sería allí donde comenzaba a pensar en hacer algo parecido a lo que ha plasmado en el recién publicado "Lite Roast", coincidiendo además con el 67 cumpleaños del vocalista, celebrado el pasado 13 de Octubre.
La última aventura de Sammy Hagar había sido "Sammy Hagar & Friends", artefacto publicado en Septiembre de 2013 y para el que contó con la colaboración de músicos como Taj Mahal, Denny Carmassi, Bill Church, Kid Rock, Joe Satriani, Ronnie Dunn, Toby Keith, Mickey Hart y Nancy Wilson, además de la ayuda fundamental de los Waboritas, la banda que el propio Hagar había formado para consolidar su carrera en solitario. Esta vez Hagar se despoja de la compañía masiva de músicos y se rodea únicamente de la guitarra y los coros de Vic Johnson, compañero de los Waboritas, logrando eliminar de cualquier artificio su nuevo álbum, dos guitarras y dos voces para revisar de otro modo temas que parecían no ser merecedores de esa posibilidad, sólo alterados por las breves apariciones del acordeonista Andre Thierry. Revisiones de bajo perfil de viejos temas diseñadas para ser degustadas y disfrutadas con calma.
Hagar se marca una increíble revisión acústica de su carrera, una carrera que se extiende ya por más de cuarenta años, y lo hace añadiéndole un toque ecléctico que impide que el álbum se convierta en un unplugged al uso. Un trabajo directo y personal que muestra el verdadero talento de Sammy Hagar incluso en el estudio de grabación, ese lugar que convierte en algo íntimo con la única presencia de un micrófono. Además en una inteligente maniobra decidió no sobrecargar el álbum con grandes hits que pudieran ocultar al resto de temas. Un álbum que Hagar dirige con facilidad hacia el alma y hacia el corazón, y es que a pesar de su condición de una de las voces del hard rock, aquella siempre ha sido una de sus grandes virtudes.
La selección de temas es fantástica, incluso a pesar de que el oyente medio no estará familiarizado con algunas de las elegidas por el Red Rocker y la producción de Jaimeson Durr, Vic Johnson, Sammy Hagar y Bob Daspit centra sus esfuerzos en que los once temas suenen de la manera más sencilla posible sin perder su esencia, comunicando el máximo, explotando los sentimientos, algo que han conseguido sin duda, Nada de efectos ni artificios, las dos guitarras, las dos voces.
Hagar está brillante en su papel de vocalista en "Lite Roast", y es el que el tipo sabe adaptar de manera asombrosa su voz al formato acústico, llegando incluso a cantar diferente, otorgándole en cierto modo un significado distinto a muchas de las composiciones incluidas en el álbum. Además el músico se arma con una guitarra acústica de doce cuerdas de toque cavernoso que confiere un sonido muy especial al conjunto del álbum. Vic Johnson ya había demostrado su valía y agilidad en el tiempo que lleva con su líder en los Waboritas, pero en "Lite Roast" da un paso al frente, mostrando su increíble capacidad de absorción, algo complicado si se tiene en cuenta la selección de temas que hace Hagar para el álbum.
"Red Voodoo", tema extraído del álbum "Red Voodoo", compuesto por el propio Hagar y publicado en 1999 sirve para abrir "Lite Roast" y cuenta con el añadido del acordeón de Andre Thierry. Después "One Sip", incluida en el "Livin' It Up!" de Sammy Hagar en 2006 y "Finish What Ya Started" sacada del "OU812" de Van Halen, lanzado en 1988. "Eagles Fly", del "I Never Said Goodbye" de 1987, es otra de las composiciones de Hagar que se incluyen en el acústico. "The Love", también del "Red Voodoo" de 1999, "Father Sun" publicada el año pasado en ese "Sammy Hagar & Friends" comentado anteriormente o "Dreams", el temazo aparecido por primera vez en el "5150" que Van Halen colocaba en 1986, superan o al menos se colocan a la altura de las originales, entendiendo los muy diferentes conceptos que las sustentan.
"Deeper Kinda Love" perteneciente al "Ten 13" del propio Hagar en 2000, "Who Has The Right?" del "Marching To Mars" de 1997, "Sailin'", también del "Livin' It Up!" de 2006 y "Halfway to Memphis", titulo que apareció en el "Not 4 Sale" que publicaba Hagar en 2002 y que se tiñe de las discretas notas del acordeón de Andre Thierry, conforman la última parte de este extraordinario artefacto dejándonos con ganas de más, deseando que este nuevo territorio que ha explorado Hagar tenga una continuidad en la que se incluyan otros temas de otros momentos de su carrera.
Un álbum que seguramente pasará sin pena ni gloria por nuestro país, algo a lo que por otra parte estamos acostumbrados, pero un álbum para disfrute de quienes hemos seguido la carrera de tan inmenso vocalista, y también para los que aún no prestándole mucha atención disfrutan con las cosas bien hechas. Y si se le puede poner alguna pega esa es el no haber incluido algún tema de Montrose en el álbum, aunque se le perdona al ser el primer trabajo acústico que realiza en su carrera, y para ser el primero lo ha bordado, porque aún respetando los temas originales los ha dotado de una nueva personalidad, convirtiéndoles en ocasiones en mejores que sus predecesores, algo que ya de por si resultaba bastante complicado.