¿Qué hace un escritor cuya musa más inspiradora está dada por el impenetrable tiempo de la postergación? Que aparece ante el desvanecimiento de su pluma. Que lo recorre, lo succiona, le entrega su creación a la vez que la diluye en su tiempo pasado. ¿Se sentirá derrotado por la imposibilidad de mostrar, compartir, entregar? ¿O se cobijará en la simbiosis que lo une a su desvanecida creación, o a la musa que la creó... desechando toda intervención ajena? El egoísmo certero despojado de atuendo ético no dejará espiar a los curiosos. Rodará la obra sin destino a través del éter universal sabiéndose única, regodeándose en el trono de su soledad, paseándose airosa por los literarios gusanos cósmicos de la cuántica... y se dejará descansar viajando por tiempos eternos hasta llegar al oasis de la concienciación. Allí donde se descubrirá sola. Se desmenuzará su soberbia y encontrándose limpia de toda influencia observará de reojo al frustrado escritor. Juntos, creerán saber lo que les depara. Pero como siempre, una vez más, ambos se descubrirán inexistentes.
* Miembro de la Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana (AIELC). * Miembro de Escritores Club (Agrupación de Escritores Independientes de Habla Hispana). * Asesor de la Academia Filosófica Hebrea "Sinaí".
Imagen: @DePumar59
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