Crónicas Lunares #1 | 384pp
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Humanos y androides abarrotan las ruidosas calles de Nuevo Beijing. Una plaga mortal está haciendo estragos entre la población. Desde el espacio, la despistada gente lunar vigila, esperando el momento adecuado para hacer su próximo movimiento. Pero nadie sabe que el destino de la tierra depende de una sola chica. Y esa chica es Cinder, una humana con implantes robóticos que trabaja como mecánica, reparando androides. Cinder es una ciudadana de segunda con un misterioso pasado, maltratada por su madrastra, quien la culpabiliza de la enfermedad que ha sufrido su hija. Hasta que un día se cruza en su vida el apuesto príncipe Kai y surge una atracción prohibida. Atrapada entre el deber y la libertad, la lealtad y la traición, Cinder tendrá que descubrir los secretos de su pasado para proteger el futuro del mundo.
Cinder de Marissa Meyer es una nueva versión de la antigua Cenicienta, pero es una versión bastante alejada de las delicadezas de los cuentos de hadas y del típico final del “Vivieron felices para siempre”. Este libro es una magnífica mezcla de cuento de hadas, ciencia ficción, anime y, ¿por qué no?, realidad. ¿Estáis preparados para enfrentaros a una de las mejores novelas que he leído en este 2012?
¿Os acordáis de Cenicienta, verdad? Pues olvidadla. Marissa Meyer ha hecho algo que muchos otros intentan pero que se quedan en eso, en intentonas: ha innovado, pero esta vez de verdad. Ahora la protagonista no es una simple criada de buen corazón, sino que es un Ciborg que vive en el nuevo Pekín del futuro. En ese tiempo remoto, dos cruentas guerras han devastado lo que quedaba de la humanidad y una terrible peste, mutada y más peligrosa, acecha en la sombra de la ciudadanía, arrebatando la vida allá por dónde pasa. Cinder se desprende del ya muy visto vestido de gala de la literatura juvenil y nos deja sorprendidos por su rebelde apuesta. Nuestra protagonista no es una damisela en apuros, al contrario, es una ciborg, y más encima, una que se dedica a la mecánica, por lo que siempre está llena de grasa y suciedad. Su solitaria vida se ve acompasada por Iko, un robot que, sin bien no es humano, es lo único que le da calor. ¿Su familia? Un asco. Si tener una madrastra de cuento es tener familia. Nada parece variar en su vida hasta que aparece el príncipe Kaito. Por otro lado, la terrible peste se convierte en protagonista y los “seres lunares” nos dejarán más de una incógnita en mente. Lo que nos queda es que “Cinder” pretende ser una apuesta diferente, original y apasionada y, lo mejor, lo consigue con creces. Abrimos el libro temiéndonos un invento precocinado de un gran clásico de fantasía y nos encontramos a una protagonista inesperada, un drama fuera de serie, una ambientación inmejorable y un objetivo: demostrar que la humanidad no reside en nuestra consistencia ni en nuestro físico; tal vez Cinder no se pueda sonrojar ni tampoco pueda llorar, pero sí que puede sentir valor en su corazón. Esta lectura ha sido una experiencia muy gratificante, sí señor, por lo que no tengo que olvidar el indudable parecido que hay a ciertos animes como Sailor Moon y Saber Marionette J. ¿Será el anime la salvación de la LIJ? En este caso, lo ha sido.
Sin embargo, aunque la premisa y el ambiente son inmejorables, lo cierto es que Cinder cae en lo previsible. Lamentablemente sabía lo que iba a ocurrir casi empezando la novela, y esto se debe a que sigue manteniendo los tópicos de la LIJ, típicos clichés de los que es muy difícil desembarazarse. Luego tenemos menudencias que son totalmente personales como, por ejemplo, que estén en Pekín (China) y que los nombres no sean chinos, es más, dos de los protagonistas tienen nombres japoneses. Siendo que la autora le gusta el anime y tal, ¿por qué lo situó en Pekín? ¿No habría quedado mejor en Japón? Tampoco vi que ese Pekín del futuro estuviera en China, la verdad es que no lo situé ahí en ningún momento. Bien podría haber estado en la Antártida. En ese sentido Marissa se descuida un poco pero, qué decir, se le permite porque la historia vale la pena.
Cinder es una apuesta maravillosa con más que ofrecer que criticar. Innova dentro de la literatura juvenil y nos trae a la imaginación momentos inolvidables, personajes que llenan y un ambiente 100% original. Todo esto hace que nos enfrasquemos en una saga que, seguramente, nos aportará cada vez más en cada nuevo tomo. Si aún no os habéis decidido, creo que debéis hacerlo ya, y por supuesto, en pos de la lectura de este maravilloso inicio de saga, un debut inmejorable.