Por Iván Rodrigo Mendizábal
(Artículo publicado en Amazing Stories Magazine el 9 de abril de 2015)
El libro de papel y el libro digital
Desde la aparición de los soportes digitales e internet hay un debate acerca de la supervivencia del libro de papel. Tal debate apunta, por un lado, a declarar la desaparición del libro y en su reemplazo el libro digital interactivo para los nuevos soportes y tecnologías, pero, por el otro, la defensa del libro en su formato clásico, apuntando que los nuevos formatos son apenas modas pasajeras. En la defensa de los agoreros de la desaparición del libro se esgrime el hecho que la gente no lee y que la comodidad de las nuevas tecnologías ayudan a que los nuevos formatos de libros sean no solo leídos sino también ser objetos sensibles ya que tienen otros recursos que el papel en sí mismo no podría ofrecer. Los otros señalan que los formatos digitales dependen de la tecnología y, como tal, pasan por ser efímeros, en tanto los libros físicos perduran en el tiempo; de fondo está la biblioteca como repositorio de grandes sistemas de conocimiento.
Es posible que los propulsores de lo digital tengan cierta razón, al igual que los defensores del libro. Pero la clave está no en el soporte ni en el formato, sino en la capacidad que tiene un libro para despertar la imaginación. Para quienes leen en computadoras o tabletas –e inclusive celulares– el libro no es solo portable sino incorporado en un banco de datos coexistiendo con otros archivos, los cuales también pueden ser intercambiables a la hora de la lectura. Para quienes leen el libro, sentados en una biblioteca, sala de casa o jardín –o donde se quiera– aquél se presenta como un objeto insuperable digno de atrapar el pensamiento. De seguro, cualquiera que sea el lector, si encuentra placer en los formatos ya sean digitales o de papel y, con ello, se despierta la imaginación que reclamaría toda obra literaria, pues el debate sobre la obsolescencia o no del libro es una cuestión que ya no tiene asidero.
Hoy en día, se ha demostrado, que lectores hay. Y de todo tipo. Es decir, persisten, perviven, se agarran ya sea a libros digitales como a libros de papel. Los gustos están de por medio.
El problema de que un libro pueda atrapar a un lector pasa, en efecto, tanto por la calidad narrativa de su autor, cuanto por los recursos que pueda emplear, no sé si definitivamente el autor, pero sí la editorial, para hacer atractivo el libro. Desde hace tiempo, los libros han mezclado imágenes, mapas, sonidos, etc. El libro convencional ha pasado a ser un objeto: eso es lo que muchas veces encontramos en las librerías de cualquier orden; es decir, un objeto artístico en el que se invierte mucho también en su edición, en su presentación, en su formato.
Los libros digitales han ganado mucho, hoy en día, con los elementos multimedia y los recursos de presentación que los apps lectores permiten. El libro digital, gracias a los interfaces, siguen siendo la metáfora del libro convencional, por más que se pongan otro tipo de “efectos especiales”. Por lo tanto, se puede decir que el libro como idea, como objeto cultural pervive y pervivirá como hasta ahora lo ha hecho desde hace miles de años. Lo único que puede destruir su existencia es la instauración de una dictadura o un régimen totalitario que elimine el conocimiento humano: ese tema, en la ciencia ficción, ya fue tocado por Ray Bradbury en Fahrenheit 451 (1953). Pero de esto no voy a hablar en esta ocasión.
Libros ecuatorianos de ciencia ficción digitales
Lo anterior vale para explicar el aprovechamiento que ciertos autores de ciencia ficción ecuatorianos han hecho de las redes de internet para la difusión de sus obras.
Por ahora me detendré en ciertos casos, a título provisorio. Quiero mostrar cómo la ciencia ficción ecuatoriana trasciende las fronteras de Ecuador con la pretensión de lograr lectores más globales. Es posible que, a diferencia de otros países donde el desarrollo del libro forma tradiciones de lectores y, como tal una industria cultural de notable consistencia, Ecuador tenga hasta el presente ciertas deficiencias en el plano editorial, además considerando el género de la ciencia ficción, el cual brega por fundar una tradición desde el siglo XIX.
En este contexto, he realizado un rastreo de lugares donde los escritores ecuatorianos están publicando u ofreciendo sus libros de ciencia ficción, tratando de romper las barreras internas de carácter editorial. El ámbito que no se puede dejar de lado es la plataforma que ofrece Amazon donde, efectivamente, se ha encontrado sobre todo nuevas obras, aparte de ciertas conocidas. Para el caso, nombraré algunos autores y obras halladas.
Máximo Ortega Vintimilla ofrece en Amazon tres ediciones de El arcoíris del tiempo. Se encuentra la versión en papel de la primera, publicada en España en 1996, y en versiones digitales, la segunda en Ecuador en 2010 y de la tercera, en inglés bajo el título de The Rainbow of Time (2015). Este libro cuenta cómo dos adolescentes traspasan un arcoíris y luego son transportados por seres extraterrestres a otra dimensión: Jesmarché. Este lugar es una antiutopía, pues si bien existe una sociedad altamente tecnologizada, donde no hay enfermedades ni males, al mismo tiempo carece de valores esenciales; esto le hace pensar a uno de los personajes quien decide volver a la Tierra; en el momento que llega, la Tercera Guerra Mundial hace estragos la civilización humana.
Cristián Londoño Proaño presenta en versiones papel y digital su novela Los improductivos (2014), acerca de un funcionario que forma parte de un sistema que reclama solo la productividad de sus habitantes, quien tras preguntarse acerca de la desaparición de una mujer va descubriendo conscientemente su mundo basado en clonación y el reemplazo de seres ineficientes mediante este sistema.
Xipali Santillán presenta los dos primeros libros de su saga de ciencia ficción cyberpunk, Las increíbles hazañas de Leoncio Zambrano, en formato digital. El primer tomo se titula: Leoncio Zambrano y el Manuscrito de Quito y el segundo: Leoncio Zambrano y la Hermandad Babilónica. La saga es acerca de un investigador privado en un mundo futurista; su labor es desentrañar una serie de hechos en el marco de una sociedad distópica.
Thomas Mantuano publica en versión digital su novela Niviut y los extraterrestres: Una historia de ciencia ficción (2012). Este escritor ecuatoriano reside en EE.UU. y su novela más bien tiene como escenario Nueva York donde dos de los personajes deben viajar para encontrar la cura genética que necesitan para salvar al líder de su pueblo en una galaxia cercana.
Conclusión
De acuerdo a lo descrito, este informe es apenas una puerta de entrada al universo de publicaciones digitales en la red. Aparte de Amazon hay otras plataformas y sistemas de publicación donde jóvenes generaciones se han lanzado tratando de aprovechar las posibilidades de publicación y venta bajo demanda.
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