Ya hablé hace poco del caso de Amanda Hocking, autora de una serie de libros de romance entre vampiros que con solo 26 años ya vende la friolera de 100.000 eBooks al mes. Casi nada. Es el sueño de todo escritor principiante, llegar a rozar la estela de estos personajes y conseguir que nuestros libros se codeen de tú a tú con los de nuestros autores favoritos. ¿O no?
Hace poco leí acerca de John Locke, escritor que autoeditaba sus libros y que ha conseguido vender un millón de eBooks a traves de Amazon.com. Sin entrar a valorar la calidad de sus obras (aún no he leido nada de ellos), puedo decir que estos autores han sabido aprovechar la revolución del libro digital. Estamos en el momento idoneo, ya que cada vez hay más gente que confía en los dispositivos electrónicos para la lectura, lo que provoca que haya más y más empresas que se dediquen a vender este tipo de literatura antes que los clásicos libros en papel.
La edición es un arma de doble filo, pues enseguida han saltado a la palestra multitud de empresas y firmas dedicadas a la edición gratuita de textos en formato digital (Penguin, Bubok...). La gratuidad de este servicio hace que prolifere la literatura basura en internet. Siempre he pensado que hay que arriesgarse e invertir en lo que uno cree, y el hecho de que la publicación sea gratuita lo que consigue es banalizar este servicio, convertirlo en un cajón desastre donde conviven obras fabulosas (que las hay) con multitud de novelas e historias que no hay por donde coger.
En cualquier caso, los dos escritores que he mencionado antes se han valido de la util herramienta que es la autoedición. Si tu obra es buena, y sabes darle una buena promoción, puedes conseguir que llegue a lo más alto sin necesidad de depender de una editorial grande. Se acerca la revolución de lo digital, como en su momento llegó con internet y con la telefonía movil. Aun estamos a tiempo para prepararnos.