La literatura es también una forma de contar la historia del mundo, cada obra es el resultado de las vivencias de una época, los sentires del autor están íntimamente relacionados con su contexto social, cultural y político, y aunque, cada vez son más las personas que tienen una historia que contar, existen textos que fueron escritos para superar todos las vicisitudes del tiempo, libros que han trascendido todas las exigencias de la época y hoy por hoy, siguen considerándose no sólo una lectura obligatoria, sino una muestra de la calidad y riqueza del idioma para las nuevas generaciones.
Entre los grandes iconos de la literatura universal, se encuentran obras que hacen parte del compendio de la literatura española, cuyas buenas críticas son insuperables incluso con el transcurso de las décadas. Hagamos un breve recorrido por los mágicos caminos de aquellos autores que gracias a su prolija escritura inmortalizaron su vida y la de sus personajes.
“Don Quijote de la mancha” – Miguel de Cervantes, después de 400 años de su publicación, este sigue siendo el libro más vendido de la literatura española, Cervantes nos regala una experiencia mágica, de amor y descubrimiento en cada frase, caracterizada en la época barroca, en la que los excesos del lenguaje nos obligan a adentrarnos en un texto difícil de olvidar, en el que lo bello ocupa todas las escenas y la perfecta descripción de los personajes queda retratada vívidamente en la mente de sus lectores.
“El Conde Lucanor” – Don Juan Manuel, un relato cuyo tema principal consiste en evidenciar las falsas ilusiones que se crean los seres humanos, cuyos personajes son conocidos de forma indirecta por las actuaciones descritas por su autor. Se trata de una joya de la literatura medieval, que en la actualidad sigue generando buenas críticas por quienes la leen y que capta la atención de la población juvenil, ya que está conformada por cuentos cortos que dejan una útil moraleja.
“Fortuna y Jacinta” – Benito Pérez Galdós, un autor cuyas obras jamás pasaran desapercibidas sin importar los intereses del tiempo. Para algunos conocedores, este libro le sigue en importancia al Quijote, es que es la obra que mejor representa el realismo literario; tan aclamada que fue llevada al cine y la televisión significando un éxito rotundo. Sin duda, los estragos pasajeros de la moda y el furor, no han tenido cabida en este clásico.
“La Celestina” – Fernando de Rojas, un texto cuyo personaje hemos apropiado para describir a aquella persona que siempre acolita cualquier acción. Esta continúa siendo la tragicomedia del momento, un drama que sigue teniendo vigente su aplicabilidad y que desde su publicación ha atrapado las lagrimas y sonrisas hasta de los más difíciles lectores. Catalogada por los críticos como: “la obra más inteligentemente corrosiva de todos los tiempos”.
“Lazarillo de Tormes” – Anónima, novela narrada en primera persona, que bautizó el género “picaresco”, de gran importancia para la literatura española del siglo de oro, y que nos cuenta con completo desparpajo la realidad de una sociedad altamente corrompida por los vicios de la época.
Por último, quiero hacer una recomendación que tiene gran importancia para mí, es un conjunto de poemas que representan un antes y después en mi forma de asimilar la poesía, creo que todo aquel que se anime a leer a el poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer, con su aparente sencillez en el uso del lenguaje, quedará cautivado, con él y sus rimas se trata de sentir, de profundizar las emociones que poseemos. Si estamos dispuestos a explorar en nuestro interior, todas las rimas de Bécquer son un clásico imperdible.
He aquí, una recopilación de obras de la literatura española que tienen vigencia en la actualidad. Para los amantes de lo clásico es una tarea de primer orden comprar estos libros y guardarlos cual tesoro en sus bibliotecas personales; por su caracterización, las descripciones de tiempo y lugar, la construcción de personajes y la riqueza del lenguaje, estas obras, viajaran de generación en generación cual tren que jamás se queda sin gasolina, mostrándonos que el talento hace eternos a quienes tienen la fortuna y desdicha de poseerlo.