"El caso era que Maxon no era solo mío. Había otras cinco chicas allí, chicas con las que salía y a las que susurraba al oído, y yo no sabía cómo tomarme aquello."
¿De qué trata?De las treinta y cinco chicas llegaron a palacio para competir en la Selección. Todas menos seis han sido devueltas a sus hogares. Y solo una conseguirá casarse con el príncipe Maxon y ser coronada princesa de Illea. America todavía no está segura de hacia dónde se inclina su corazón. Cuando está con Maxon, se ve envuelta en un romance nuevo y que la deja sin aliento, y ni siquiera puede imaginar estar con nadie más. Pero cuando ve a Aspen en los alrededores de palacio, los recuerdos de la vida que planeaban tener juntos se agolpan en su memoria. El grupo de chicas que llegaron a palacio se ha visto reducido a la Élite de seis, y cada una de ellas va a hacer todo lo posible por ganarse a Maxon. El tiempo se acaba y America tiene que tomar una decisión. Sin embargo, cuando ya cree que ha llegado a la conclusión definitiva, un suceso devastador hace que se lo vuelva a plantear todo de nuevo. Y mientras lucha por averiguar dónde está su fututo, los rebeldes violentos que quieren derrocar la monarquía se hacen cada vez más fuertes y sus planes podrían acabar con cualquier aspiración que America pudiera tener de un final feliz…
La Selección 2/3: [The Queen] // [El Príncipe] // La Selección // La Élite // [El Guardián] // La Elegida
Es un hecho constatado que en verano apetecen libros menos pretenciosos, más dinámicos y con los ingredientes justos para que no nos importe engancharnos a sus páginas pese al calor. No siempre pedimos obras maestras pero sí novelas amenas, intensas y con ese toque de gula que nos arrastra hasta el final. La trilogía de Kiera Cass entra sin esfuerzo en este tipo de categoría: no sé por qué, pero me leí La Selección en un tiempo récord, me aficioné a este cuento de hadas distópico y soñé con ver un programa del Report, y me ha pasado otro tanto con La Élite. Me he enganchado sin remedio.
Claro está, aunque en La Selección salieron a relucir los sentimientos del príncipe, en esta segunda parte menguan tras las reiteradas meteduras de pata de America. Porque sí, America en La Élite cambia drásticamente. Dejamos atrás esa chica con tanto coraje en sus inicios, que recordaba sin parar su casta y su carácter, para toparnos con una chica de poca sesera que no acaba de decidirse por sus sentimientos. Lo peor, claro está, es que su gran diatriba es saber si la corona es para ella, y no hace más que marear a sus dos pretendientes a lo largo de la novela. No sé vosotros, pero a mí los triángulos amorosos solo me encandilan si están bien introducidos y llevados, y no ha sido para nada el caso: America dedica cada capítulo a uno de ellos, piensa seriamente en sus sentimientos, decide que no es para ella y opta por el otro, y viceversa, eternamente. Por suerte, el concurso ha sido tan encarnizado y tenso, sin olvidar la revolución de las castas, que me he dejado llevar pese a sus lloriqueos de adolescente hormonada.
Kiera Cass vuelve a ofrecernos una historia endiabladamente adictiva. Escapa a mi comprensión que una novela de estas condiciones me haya enganchado, pero así ha sido. Un concurso en su recta final, una protagonista que no se decide entre dos apuestos e interesantes pretendientes, la chispa de una revolución en un mundo distópico... ¿sigo? pues a leer esta trilogía.