Literatura: 'Mañana todavía', doce distopías para el Siglo XXI

Publicado el 27 agosto 2014 por Cristina @miss_xerinola

"La distopía no puede ser mediocre; requiere la creación de un mundo, de una sociedad, requiere un conflicto bien desarrollado. Una distopía mal escrita no aguanta el peso de su propia propuesta."


Libro: Mañana todavía (2014)Autor: VV.AA.; edición a cargo de Ricard Ruiz GarzónEditorial: FantacsyGénero: recopilación de relatos, ciencia ficción, distopíaAño de publicación: junio 2014Edición: tapa blanda con solapas Páginas: 496Extras: Presentación en BarcelonaValoración: 7/10
¿De qué trata?Como en los clásicos del género (1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley, Farenheit 451 de Ray Bradbury) y como en sus manifestaciones más recientes (sobre todo Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins), Mañana todavía contiene doce relatos que representan otras tantas maneras de imaginar literariamente qué puede ir mal en nuestro futuro: la dependencia de los móviles o internet, los peligros de las redes sociales, las catástrofes naturales, el problema de los recursos energéticos, las derivas políticas radicales o los riesgos del progreso científico en materias de reproducción, genética y salud son algunos de los que tienen mayor protagonismo en este volumen, que cuenta con autores de reconocido prestigio dentro y fuera del género.
Nos comentaba hace unos meses Ricard Ruiz Garzón, encargado de este inmenso proyecto del que ahora tenéis por fin mis impresiones, de que Mañana todavía era único en su especie y aparecía en el momento perfecto para reflexionar sobre un futuro que se desvincula progresivamente de nuestra idealización, y que nos asalta ya con urgencia y terror. En esta recopilación donde doce autores españoles nos plantean un futuro devastador y tecnológico, podemos apreciar esta denuncia camuflada de ficción, de este grito silenciado del límite de la sociedad respecto a su vida. Un libro majestuoso que debe ser leído por todos para compartir este estupor literario
Mañana todavía ha sido sin duda toda una aventura sobre el concepto de distopía, que como bien comenta en la introducción Ruiz Garzón, ni siquiera está acuñado en el diccionario pese a ser una palabra que últimamente está de moda. Encontramos doce relatos, totalmente dispares y poco comunes sobre el futuro del mañana, con finales devastadores, tramas desgarradoras y un trasfondo a súplica que deja mal cuerpo, no solo por la reflexión que suscita, sino porque, si habéis catado alguno, habréis notado que son acusadoramente cortos y, a veces, para nada concisos. En general, ha sido una experiencia única, pues es la primera que me topo con relatos aglutinados sobre el futuro, la ciencia ficción, la utopía inexistente, narrados además por autores españoles, y han sido más que suculentos para mi imaginación sedienta de crudeza. No esperaba menos de estas historias cortas que, desde mi punto de vista, ya tienen el éxito asegurado por partir de un género tan aclamado, y con todos he podido pensar concienzudamente en cada uno de sus aspectos y compararlos con mi presente. Claro está, he tenido mis preferidos. Concretamente, destacaría "Los centinelas del tiempo", novela corta de Javier Negrete, que para mí ha sido una joya distópica, descrita con pulcritud y con una interesante reflexión sobre la educación, el lenguaje y la importancia del pasado plasmado en un texto. Es el que mejor sabor me ha dejado y, sin duda, es todo un acierto que se encuentre como último relato, pues al terminar y pasar los dedos por la contraportada, una vez cerrado ceremoniosamente el ejemplar, sientes que has sido testigo de algo abismal a la par que íntimo. Otros, como "Instrucciones para cambiar el mundo", de Felix J. Palma, nos habla con increíble sutileza de lo fundamental que es la percepción del mundo y la lógica que le otorgamos, pero con el que inexplicablemente se nos escapará alguna que otra carcajada; "Al garete", de Emilio Bueso, una historia devastadora de una gran carga medioambiental; "Limpieza de sangre", de Juan Miguel Aguilera, dedicado más a los peligros de un virus infeccioso que  me puso los pelos de punta; o "El error", de Rosa Montero, para inculcarnos una merecida paranoia sobre qué creemos real y qué no.Eso sí, debo confesar que, aunque han sido relatos repletos de información y crítica, muchos de ellos no me han sabido a todo lo nuevo que esperaba. He encontrado guiños, alusiones, o simplemente copias sin camuflar de clásicos distópicos, series actuales o hasta de cómics apocalípticos. Por una parte, ha sido todo un gozo ver retratado de nuevo ideas que me sorprendieron en su momento, pero al mismo tiempo, esperaba que Mañana todavía pudiera dejarme una sensación de catástrofe de principio a fin. 
Todo un cúmulo de emociones y debates a flor de piel me quedan tras esta lectura. He disfrutado más de unos relatos que de otros, hubiera deseado que ciertos capítulos nunca terminaran y que otros contuvieran diez páginas de más para empaparme mejor de la idea del autor; también buscaba ideas más únicas y sorprendentes y en ciertos giros argumentales, no hacía más que pensar en su referente clásico, pero pero desde luego, la sensación que esperaba al leer estos relatos es la que pronosticó Ruiz Garzón: Mañana todavía no me ha dejado indiferente. Para nada.
Con la colaboración de Fantascy