Literatura: 'Nunca llueve en Timber Creek', de Ali Lewis

Publicado el 28 octubre 2015 por Cristina @miss_xerinola

"Hacía siglos que sabía cómo se hacían los niños. Pero ahora que mi hermana mayor, Sissy, iba a tener uno no nos mirábamos entre nosotros, solo mirábamos su tripa."


Libro: Nunca llueve en Timber Creek (Everybody Jam, 2011)Autor: Ali LewisEditorial: Ediciones SiruelaGénero: contemporáneo juvenil, no ficción, dramaAño de publicación: marzo 2015Edición: rústica sin solapasPáginas: 242Web: Ali LewisValoración: 3/10
¿De qué trata?La sequía amenaza al rancho australiano de Timber Creek. Se acerca el rodeo, y el joven Danny Dawson, de trece años, está decidido a ocupar el lugar de su hermano mayor Jonny, que ayudaba a su padre con el ganado y murió en un accidente el año anterior. En casa de los Dawson, el calor hace más asfixiante aún la tristeza que se ha instalado desde que Jonny no está. No se habla de la situación de su hermana Sissy: está embarazada con catorce años y no quiere decir quién es el padre. Entonces llega a Timber Creek una joven inglesa para ayudar en casa, Liz. Al principio Danny la odia, le parece que es un estorbo y que no encaja en la vida del rancho, pero las circunstancias serán cada vez más adversas y su relación cambiará cuando Danny comprenda que para afrontar las dificultades lo mejor es aunar fuerzas.

He aquí un terrible caso de decepción lectora. El que ocurre cuando te enfrascas en una lectura que viene respaldada por alabanzas y prestigiosos premios internacionales, donde te esperas una novela intensa y rabiosa, y te encuentras un batiburrillo de sentimientos superficiales y personajes mediocres. Quizá Nunca llueve en Timber Creek se mantiene por sus diversas nominaciones, pero no va a recibir ninguna medalla por mi parte.
Perpleja. Recuerdo sentirme perpleja cuando leí Nunca llueve en Timber Creek a principios de año y ahora, mientras reescribo mis impresiones, el único recuerdo que me siguen evocando sus páginas es el de auténtica perplejidad. Según su propia sinopsis, esta novela de Ali Lewis supone una intensa historia sobre la rabia y la tristeza, la esperanza y la ternura, la obstinación y el heroísmo, pero por más que mire, no he encontrado nada de esto. Ante todo, me he topado con los Dawson, toda una familia disfuncional que danza alrededor de un hijo muerto que siempre está presente en sus discursos pero como un extraño vacío argumental, donde además de unos padres un tanto ausentes en la educación de sus hijos, encontramos un protagonista malhumorado -el narrador de esta insufrible historia- y una adolescente embarazada. Quizá en el momento de su publicación, Nunca llueve en Timber Creek supuso una bofetada de emociones para todos aquellos lectores ávidos por secretos y desgracias, pero en estas fechas, nada de lo que cuenta Lewis sorprende o estremece.Escogí esta novela por estar situada en Australia y el poder ofrecerme el testimonio de primera mano de una familia que se ocupaba de un rancho, pues la propia autora se inspiró en su experiencia de trabajar en un rancho de ganado para su novela, pero lo único con lo que me he topado ha sido con un contexto asfixiante, insulso y deprimente. Empezando por tener una familia disfuncional con problemas manidos de otras situaciones que no aportan nada a la novela, pero después justamente por poseer personajes a la altura de estas situaciones, planos y superficiales, que no profundizan en nada. A destacar aquí la figura de la niñera, quien se asemeja como una salvación para la familia en su propia sinopsis -¡cuántas mentiras me ha traído esta puñetera sinopsis!- pero resulta ser otro personaje secundario reemplazable más, que solo aparece para realizar quehaceres típicos de criada y ser el saco de boxeo emocional del protagonista. Y aquí es cuando acaba mi colofón, pues Nunca llueve en Timber Creek está narrado desde la perspectiva de un niño más que egoísta y estúpido de 13 años. Se supone que he de entender que Lewis ha pretendido reflejar el duro paso de la juventud a la madurez de Danny en un contexto más intenso que para la mayoría, con la muerte de un hermano y un vástago creciendo en el vientre de su hermana, y que ha de combatir todas sus hormonas con un calor que está acabando con el rancho familiar, pero realmente me ha sido imposible soportarlo de lo inmaduro, estúpido y maleducado que es. Además, al estar basado en sus pensamientos, este relato está repleto de insensateces, comentarios machistas y pensamientos de supremacía racial que harían temblar a cualquiera. Por si todo este cúmulo de aspectos negativos no es suficiente, Nunca llueve en Timber Creek no va a ningún puerto: es una historia sin final, sin acción, sin giros, todo es lineal y los personajes parecen vivir cada uno resguardado de los demás, dejándose ver en las escenas que tocan y dejando que la autora lleve el peso de una aventura inexistente. Tras terminarlo, además de perplejidad, me he sentido muy cansada por haber soportado una familia tan difícil y un contexto inaprovechado.

No recomendaría Nunca llueve en Timber Creek a no ser que estuviéramos ante un lector inexperto y joven y necesitaría ser impresionado por cuatro tópicos manidos. Esta novela se me ha hecho tan insufrible como asfixiante, pues posee una historia indefinida y unos personajes carcomidos por sus propios vacíos argumentales. Desde luego, su historia no me ha llegado ni llenado.
Con la colaboración de Ediciones Siruela