He aprovechado mis vacaciones de verano para hacer una pequeña escapada a esta ciudad inglesa que estaba en mi “wishlist” (vamos en mi lista de viajes pendientes, pero dicho así queda más moderno) desde hacía mucho tiempo. He estado en Liverpool. Yeah Yeah.
Os quedaréis pasmados pensando: ¿y ésta para qué tenía Liverpool en la lista? anda que no hay sitios para ir. Y os entiendo. Pero la respuesta es muy simple: The Beatles.
De toda la vida (all my life) soy fan (rallando en el frikismo, a veces sobrepasándolo) de los four fab de Liverpool, especialmente de Paul McCartney la verdad. Y claro, siendo tan tan tan fan (parece un villancico) era necesaria mi visita a Liverpool.
Y como todo el mundo que me conoce os preguntaréis (cuántas preguntas os surgen hoy eh?): ¿y ésta que va tanto a Londres y que tantas “escapadas” le gusta hacer cómo es que no ha ido antes?. Pues os lo cuento: si voy a Londres (que está como a dos horas de tren de Liverpool) no me da tiempo entre compra y compra; y por otra parte, no hay vuelo directo de Sevilla o Jerez (que son los aeropuertos cercanos) a Liverpool; pero… el año pasado fui a Glasgow desde el aeropuerto de Málaga y descubrí que era fácil coger un avión alli. Y ahí está la cosa: hay vuelo directo de Málaga al aeropuerto John Lennon (ahhhhhhh) de Liverpool. Above us only sky!.
Total, que allí me planté. La mar de contenta. ¡¡¡Me ha encantado Liverpool!!!. Iba ya casi sin ganas porque se me había complicado la cosa y creí que no iba a poder ir. Pero fui, y he disfrutado cada minuto.
Es una ciudad acogedora, no muy grande, con lo cual es fácil moverse por ella. Y muy bien señalizada, tiene carteles indicando los sitios en cada esquina y para las despistadas como yo es un detalle.
Por supuesto que he hecho la ruta de los Beatles. Contraté un tour privado en español, con la empresa “Hola Liverpool” y fue todo un acierto. El dinero mejor pagado. Conocí Penny Lane, Strawberry fields, las casas donde vivieron, en la casa de John y Paul entré (no dejan hacer fotos) y fue emocionante. La verdad es que iba llorando por las esquinas. Eso fue una mañana, algo que debía de hacer e hice. Para mi fue una peregrinación. Como el que va a Tierra Santa pero en versión beat.
La vida en Liverpool en más barata que en Londres (la comida, cerveza, etc), claro que más barato que Londres es cualquier sitio. Hay unas tiendas impresionantes: un Primark de cuatro plantas que no os podéis ni imaginar (los Primark y yo).
Es como Londres, pero en cómodo y más barato. Con eso os lo digo todo. Vale, no tienen el Big Ben ni el Buckingham Palace pero tienen otro “monumento” mucho más divertido: The Cavern. El club más famoso del mundo. El lugar dónde los Beatles se hicieron famosos. Ahhhhhhhh. Fue un momento histórico para mi. He estado allí todas las tardes cantando todas las canciones y conociendo a gente tan fanática de los Beatles como yo, de cualquier sitio del mundo y de cualquier edad.
Los paseos por la orilla del rio Mersey (que es el que dio nombre al movimiento cultural Mersey Beat y por tanto el origen de mucha modernidad en el mundo) son muy agradables y puedes coger un ferry y dar una vuelta (a mi eso no me dio tiempo porque no salía de The Cavern).
El caso es que aparte de los Beatles, Liverpool me ha resultado un descubrimiento que jamás pensé fuera a hacer: es la ciudad dónde quiero vivir (si me toca la primitiva), ha sido una ciudad dónde sin motivo ni razón, sólo por el hecho de estar allí me he sentido como en casa y muy feliz. No sé como explicarlo pero desde este viaje hay un antes y un después en mi vida. Y nadie lo entiende porque la gente es incapaz a veces de ponerse en el sitio de los demás, pero yo sé lo que he sentido y vivido: he sido feliz.
Así que por supuesto que os recomiendo una visita a esta ciudad, si queréis, que esto es muy personal y cada uno elige sus destinos en la vida.
Y gracias a Paul, John, Ringo y George por descubrirme mi sitio en el mundo. Thanks.
Archivado en: Sitios para conocer Tagged: felicidad, Liverpool, Mersey, the beatles, The Cavern