Unos cuarenta minutos antes de ponerme a escribir este artículo, he recibido un mensaje de Miguel Ángel Font.Si has seguido Crónicas desde Sepelaci el último año, reconocerás el nombre. Se trata del director de Elmal3ien, un mediometraje del que ya di buena cuenta en el podcast. Hace cosa de unos meses, el propio director me invitó a visitar los estudios donde se rodó aquel, pero también donde se estaba preparando el rodaje de Llagas, su nuevo proyecto.Junto al realizador, dos buenos amigos a los guiones. David Mateo y Juande Garduño, dos juntaletras que han conseguido escribir alguno de los mejores libros que he leído los últimos años habían creado una historia de terror que tenía que ser algo diferente, intenso y provocador.Ni en sus mejores sueños, ni en las expectativas más optimistas habrían pensado que sería tan espeluznante.Y mira que son capaces de imaginar...En el mensaje que me ha enviado Miguel Ángel, venía el enlace para poder ver Llagas.El cortometraje completo, en su versión definitiva, con el montaje final y la sonorización que va a escucharse donde lo proyecten.Durante meses, he estado dando la brasa al director, preguntando cuándo y dónde se podría ver, y él me pedía paciencia. No me extraña que necesitara todo este tiempo para tenerlo listo.No sé que esperaba exactamente, pero desde luego, lo que he visto, no.Cuando se habla de un cortometraje, Uno tiende a pensar en unas imágenes inconexas, fruto de la inexperiencia del montador, quizás del director, y de la falta de profesionalidad (que no de ganas) de los actores. Nada de eso aparece en Llagas.Desde la primera escena, nos damos cuenta de que se trata de un producto bien cuidado, de una puesta en escena muy medida y de un trabajo actoral sosegado, ensayado y preparado para sorprender.El protagonista es Ángel de Miguel, un joven actor de Vila-Real que se mete en el papel del torturado Abel Barros, escritor aquejado por una extraña enfermedad. O no.Belén Riquelme interpreta a su agente literaria, una tiburona (¿se dice así?) de los negocios, que no espera más que contar los billetes que va a ganar con la nueva novela del escritor. Por su parte, Marta Calabuig tiene una intervención como una amiga de Abel, un papel más pequeño que los otros dos, pero tan importante en la trama, que sin él no podría funcionar la película.Y me dejo al gran Carlos G, al que admiro profundamente, y cuya voz le robaría si pudiera. Su intervención es doble. Por un lado, es un doctor (aquí se nota quien ha escrito el guión, por el nombre que han puesto al susodicho) y ejecuta de manera magistral la voz de las Llagas.Porque ellas son el verdadero protagonista de la cinta. El resto, está ahí.Me ha sorprendido la calidad de la realización. Hay películas estrenadas en cine, con un presupuesto considerable, que parecen vídeos de una boda al lado de Llagas. Los planos que consigue Miguel Ángel son impactantes. El guión te arrastra durante veintiantos minutos, hasta el último segundo, en una espiral de tensión y nervios. Saber qué está pasando, qué ocurrirá con Abel, de dónde surge todo, te mantiene en tensión durante toda la duración del corto.Me dice el director que le gustaría ver este corto convertido en película. Ni hablar. Su mayor virtud está en la vorágine producida por los escasos minutos en los que acompañamos a Abel. Una mayor duración rompería esa magia, esa tensión que aparece y se mantiene desde el minuto 1.No sé cuando se podrá ver, la manera de distribuirla ni cuando se hará una fiesta para celebrar que verá la luz, pero te aseguro que, si se estrena cerca de tu casa y no vas a verla, te vas a arrepentir.Ha valido la pena la espera.Un saludín
Llagas, una pesadilla hecha película, que no debes perderte
Publicado el 12 septiembre 2012 por Sepelaci @SepelaciUnos cuarenta minutos antes de ponerme a escribir este artículo, he recibido un mensaje de Miguel Ángel Font.Si has seguido Crónicas desde Sepelaci el último año, reconocerás el nombre. Se trata del director de Elmal3ien, un mediometraje del que ya di buena cuenta en el podcast. Hace cosa de unos meses, el propio director me invitó a visitar los estudios donde se rodó aquel, pero también donde se estaba preparando el rodaje de Llagas, su nuevo proyecto.Junto al realizador, dos buenos amigos a los guiones. David Mateo y Juande Garduño, dos juntaletras que han conseguido escribir alguno de los mejores libros que he leído los últimos años habían creado una historia de terror que tenía que ser algo diferente, intenso y provocador.Ni en sus mejores sueños, ni en las expectativas más optimistas habrían pensado que sería tan espeluznante.Y mira que son capaces de imaginar...En el mensaje que me ha enviado Miguel Ángel, venía el enlace para poder ver Llagas.El cortometraje completo, en su versión definitiva, con el montaje final y la sonorización que va a escucharse donde lo proyecten.Durante meses, he estado dando la brasa al director, preguntando cuándo y dónde se podría ver, y él me pedía paciencia. No me extraña que necesitara todo este tiempo para tenerlo listo.No sé que esperaba exactamente, pero desde luego, lo que he visto, no.Cuando se habla de un cortometraje, Uno tiende a pensar en unas imágenes inconexas, fruto de la inexperiencia del montador, quizás del director, y de la falta de profesionalidad (que no de ganas) de los actores. Nada de eso aparece en Llagas.Desde la primera escena, nos damos cuenta de que se trata de un producto bien cuidado, de una puesta en escena muy medida y de un trabajo actoral sosegado, ensayado y preparado para sorprender.El protagonista es Ángel de Miguel, un joven actor de Vila-Real que se mete en el papel del torturado Abel Barros, escritor aquejado por una extraña enfermedad. O no.Belén Riquelme interpreta a su agente literaria, una tiburona (¿se dice así?) de los negocios, que no espera más que contar los billetes que va a ganar con la nueva novela del escritor. Por su parte, Marta Calabuig tiene una intervención como una amiga de Abel, un papel más pequeño que los otros dos, pero tan importante en la trama, que sin él no podría funcionar la película.Y me dejo al gran Carlos G, al que admiro profundamente, y cuya voz le robaría si pudiera. Su intervención es doble. Por un lado, es un doctor (aquí se nota quien ha escrito el guión, por el nombre que han puesto al susodicho) y ejecuta de manera magistral la voz de las Llagas.Porque ellas son el verdadero protagonista de la cinta. El resto, está ahí.Me ha sorprendido la calidad de la realización. Hay películas estrenadas en cine, con un presupuesto considerable, que parecen vídeos de una boda al lado de Llagas. Los planos que consigue Miguel Ángel son impactantes. El guión te arrastra durante veintiantos minutos, hasta el último segundo, en una espiral de tensión y nervios. Saber qué está pasando, qué ocurrirá con Abel, de dónde surge todo, te mantiene en tensión durante toda la duración del corto.Me dice el director que le gustaría ver este corto convertido en película. Ni hablar. Su mayor virtud está en la vorágine producida por los escasos minutos en los que acompañamos a Abel. Una mayor duración rompería esa magia, esa tensión que aparece y se mantiene desde el minuto 1.No sé cuando se podrá ver, la manera de distribuirla ni cuando se hará una fiesta para celebrar que verá la luz, pero te aseguro que, si se estrena cerca de tu casa y no vas a verla, te vas a arrepentir.Ha valido la pena la espera.Un saludín