Ya he hablado de lo mucho que ha cambiado RTVE desde que el Partido Popular gobierna. Durante el reinado de Zapatero una de las pocas cosas que mantuvo un alto nivel de calidad y neutralidad fue RTVE. Desde hace un año la RTVE ha pasado, de nuevo, a ser la voz de su amo, el altavoz de la ideología del gobierno. Imágenes que no salen, noticias importantes que se ocultan, telediarios manipulados y noticias radiofónicas convenientemente elegidas, forman hoy parte de la radio-televisión pública, recordando los mejores tiempos de Urdaci y Cía.
Y todo ello no ha hecho sino que la audiencia en radio y televisión pública bajara considerablemente, después de que los nuevos directivos peperos –recordemos que cambiaron la ley para no pactar con nadie el puesto de presidente del Ente- hayan despedido a los mejores profesionales con que contaban.
La última prueba palpable de censura ha sido cortar una escena de un beso homosexual en la reposición de la serie Herederos. La excusa es que se emite en horario infantil. Estos ejecutivos puestos a dedo por el PP, además de ser unos manipuladores, se creen que la audiencia es tonta. Resulta que se trata de una reposición y gracias a eso quien la había visto con anterioridad ha podido apreciar cómo han desgraciado esa escena.
Lamentable el hecho demuestra la homofobia de los nuevos directivos de RTVE. Que la excusa sea que se emite en horario infantil tiene gracia. Podríamos poner ejemplos de programas que se emiten en horario infantil y que tienen cargas excesivas de violencia o sexo, eso sí, “de sexo del bueno”: heterosexual.
Volvemos a tiempos pasados, tiempos franquistas donde durante los años cuarenta a sesenta del siglo XX se cambiaban las tramas sobre sexo y se censuraban los besos. Hoy, este partido homófobo que ha perdido la batalla en los tribunales sobre el matrimonio gay, quiere mantener esa discriminación en la educación y los medios de comunicación. Porque no es sólo RTVE, recordemos que si se ha eliminado la asignatura de Educación para la Ciudadanía ha sido, entre otras cosas, porque mantiene la igualdad en los distintos matrimonios, independientemente del sexo y eso provoca urticaria en la cúpula de la Iglesia Católica, aliada inseparable de la derecha española.
Ha vuelto el meapilismo, volvemos a tiempos de censura. Tiempos en los que se pueden proyectar películas violentas y descarnadas en horario infantil, y sin embargo no es posible que dos hombres o dos mujeres se den un beso. El régimen ha vuelto y el espíritu de Urdaci –seguir las consignas del gobierno-- mantiene la esencia en la tele pública.
Por cierto, ese exacerbado recelo al sexo no es solo producto de chupacirios aventajados, además, denota una homofobia cruda, puesto que se trata de un beso entre dos hombres. Estamos seguros de que si el beso en esa serie hubiera sido entre hombre y mujer, nadie hubiera metido las tijeras. No sería de extrañar que nombraran consejero de la RTVE al obispo de Alcalá, del que ya siguen sus consignas.
Malos tiempos para la lírica. Tiempos en los que el partido gubernamental en santa unión con la Iglesia pretende dirigir nuestras vidas con un andamiaje trasnochado, ridículo, superado y homofóbico. Tiempos en los que pretenden ganar, imponiendo su ideología en los medios de comunicación que controlan, la batalla que han perdido jurídicamente y que se ha superado socialmente.
Salud y República
P.D. También el Consejo de Europa denuncia las injerencias peperas en TVE
Foto de portada por: moverelbigote