Y
no, no es porque me deje engañar con facilidad ni porque tienda a hacerme
ilusiones con facilidad. Me podéis llamar iluso porque durante mi educación me
han inculcado algo que no es cierto.
No
es cierto que si te esfuerzas más, tienes mejores resultados. Si te esfuerzas más,
simplemente te cuesta más. Y puede que en el camino aprendas algo, te hagas
daño, ganes en capacidad de perseverar, en experiencia, valores... pero al
final puede que pase lo que no quieres que pase. Y es que no siempre que te
esfuerces mucho, llegues a tener mejores resultados (o al menos no los
resultados deseados).
No
es verdad que por haber llegado a la meta te merezcas un premio. Hay carreras
que tienen premio, pero la mayoría de las competiciones de la vida no tienen
premio. Y tú lo que esperas que haya un premio, claro. Pero no hay premio. En
todas las carreras que he competido, en la línea de meta solo había una línea
de salida más.
Si
has trabajado mucho, te ha costado mucho trabajo y has sufrido mucho, mereces
un premio, una ayuda, una palmadita en la espalda. Pues otra vez no. Que te
haya costado tanto y hayas sufrido tanto no te hace merecedor de nada. Y la
vida se encargará de darte esa lección una y mil veces. Da igual que te enfades
con ella. No llevas razón.
Todo
lo que has hecho y ha salido bien, merece el apoyo de los demás. Si algo
funciona, hay que volver a hacerlo para mejorar. Si has dedicado mucho tiempo a
algo, no lo pueden dejar caer. PUES NO, NO Y NO una vez más.
Todo
lo que has hecho y ha salido bien, ha salido bien y tú te sientes orgulloso.
FIN.
Si
algo funciona, la mayoría de veces la gente pensará que no merecías que eso
funcionase y puede que hagan lo posible para que funcione solo esa vez.
FIN.
Si
has dedicado mucho tiempo a algo, has perdido ese tiempo en ese algo. FIN, no hay mas.
Podemos
y debemos sentirnos orgullosos de nuestros logros. Pero no esperes premios, no
hay metas, no hay palmaditas en la espalda, no hay orgullos ni merecimiento ni
nada que se le parezca. Pocas veces y a poca gente se le reconocerá su trabajo
y su labor. Y nos podemos enfadar con la vida, las personas, las situaciones y
hasta con nosotros mismos si queremos.
Si queremos seguir siendo ilusos.