Fui descrito por Henry F.Osborn en 1905 a partir de unos restos descubiertos en 1902 por Barnum Brown en Hell Creek (Montana) como “El lagarto tirano”. Lo del apellido Rex es mera redundancia; vamos que está claro quien manda, ¿no? Aunque te voy a contar un cotilleo: realmente, debería haberme llamado de otro modo.
Barnum había encontrado otros restos en 1900, que Osborn describió como Dynamosaurus imperiosus (“El lagarto del poder imperial”), que también mola. Al registrar ambos especímenes, se trastocó el orden de las hojas y el dinamosaurio quedó detrás. Pero hay más: Cope había descubierto restos de vértebras mías en 1892, que describió como Manospondylus gygas (“Vértebra porosa gigante”), nombre que mola bastante menos. Aunque Osborn ya lo intuía, hasta 2000 no pudo comprobarse que se trataba de la misma especie y, según las reglas taxonómicas, debería haber cambiado mi nombre a piedra pómez, pero siendo el dinosaurio más conocido, más molón y modesto, y después de los millones de páginas y kilómetros de celuloide en los que había dejado constancia de mi regio nombre, decidieron hacer una excepción.
Wah Chang me animó en Dinosaurios! (1960), el corto educativo Dinosaurs: the terrible lizards (1970) y en la serie de televisión Land of the lost en 1974, cuando me dejé caer por Doctor Who. Gwangi (1969) es un T-Rex según Harryhausen, pero… me colocó 3 dedos, como Disney. José Luis Sanz explica aquí por qué es tan común este despiste.
En el álbum de Blake y Mortimer “La trampa diabólica” (1962), Edgar Pierre Jacobs me enfrenta a un plateosaurio. Tidbit for a tyrannosaurus (1966) es una de las fantásticas historias bélicas de Mike Espósito/ Ross Andru para Star Spangled Stories. El siguiente año, el británico Mark Bolan funda Tyrannosaurus Rex, luego abreviada a T.Rex, la primera banda de glam rock, cuyos éxitos has disfrutado al ver la película Billy Elliot.
En 1977 protagonicé Planet of dinosaurs (donde me animaron el ayudante de Harryhausen, Jim Danforth, y Stephen Czerkas) y la coproducción de USA y Japón The last dinosaur. En 1984 llega el corto Prehistoric beast, con animación de Phil Tippett (que por fin respetó mis características anatómicas, olvidándose del tercer dedo) y origen del documental Dinosaur! de 1985, cuando también pudiste verme en versión robotizada en Transformers, que promocionaba una franquicia de muñequitos como Dino-riders (1988, Gerry Conway), en la que también puedes verme.
En cuanto a la literatura, antes de Jurassic Park, ya me clonaron en Roadmarks (1979) de Roger Zelazny (1937-95) y Tuf voyaging (desde 1976 en Analog, recopilada en 1986) de George RR Martin (1948). David Drake insiste en el viejo tema de los safaris en el tiempo en su relato Time safari (1982), de la que soy protagonista absoluto, y que unirá a otros en el compilatorio Tyrannosaurus (1993). En el cuento Uphill climb (1987), Robert J.Sawyer hace evolucionar en la Luna a una raza de tiranosaurios inteligentes a los que llama quintaglios que desarrollarán toda una civilización, de cuyas vicisitudes dará cuenta en la trilogía Quintaglio Ascension (1992). Además, Sawyer volvió a reservarme un papel en su novela End of an Era (1994), que trata de un viaje científico en el tiempo.
El mago del cómic Richard Corben me dibujó en la trilogía que forman Within you without you, Time and time again y Years & mind forever (1976) o Me an’ ol’ Rex (1983) con guión de Bruce Jones. En The hero within (1974, guión de Steve Skeates), un perro es transformado en un terópodo muy parecido al T-Rex que Burian ilustró en 1938 -ver arriba-, mientras usará como modelo los de Knight para Rip in Time (1986, guión Jones) o su versión de A sound of Thunder. Por otra parte, en 1991 aparecen Tyrannosaurus tex (James van Hise y Ron Wilber), que va del típico safari interplanetario que uno programa para el fin de semana, y Tyrex (Mauro Entrialgo), sobre un luchador de pressing catch que se disfraza de terópodo.
En 1990, Susan Hendrickson descubre mi (hasta la fecha) fósil más completo que, en su honor, se conoce como “Sue”, y Michael Crichton publica Jurassic Park, en la que tengo un papel principal pese a que en dicho periodo aún no había sido engendrado.
Pero confieso que los papeles que más me he divertido han sido los que he realizado en la última década: Anonymous rex (2004, anima Marc Louge), según la saga de novelas negras de Eric García, Aztec Rex (2007, Brian Trenchard-Smith), Iron sky (2012, Timo Vuorensola; hay secuela en 2015) donde combato con los nazis desde su base en La Luna, Poseidon Rex (2013, Mark L.Lester) en que me convierten en una criatura… ¡¡¡marina!!! o Dinosaur Island (2015, Matt Drummond), que me da un nuevo y sugerente aspecto a raíz de los últimos descubrimientos de terópodos emplumados.
Incluso los grandes depredadores tenemos nuestro lado tierno. Sin ir más lejos, yo me he prodigado en filmes infantiles como The Land Before Time (1988), la serie animada The adventures of T-Rex (1992), We're Back! A Dinosaur's Story (1993), Toy Story (1995), Pooh's Grand Adventure: The Search for Christopher Robin (1997), Night at the Museum (2006), Meet the Robinsons (2007), Ice Age: Dawn of the Dinosaurs (2009) y, en 2015, The Good Dinosaur o la serie Dinotrux. Además, recientemente le di la alternativa a mi sobrina Tina Rex, en la serie de televisión Gumball (2011, Ben Bocquelet).
Aunque después de todos estos datos es innecesario, para despejar cualquier duda de que soy el dinosaurio que más ha excitado la imaginación de los artistas, como botón de muestra en nuestro blog hemos visto que mis fans se han llegado a poner mi nombre, me han trolleado por mis bracitos que no me permiten más que ejercitar mis piernas en el gimnasio o tocar el ukelele, o bien me han compadecido por ello, y sus inescrutables y enfermizas mentes me han visto como un inadaptado, fumeta, imaginativo y juguetón, gafe, cuestador solidario, taciturno romántico, impotente, necesitado de amor, o convertido en estudiante de arquitectura, mascota fiel, escultura de chocolate, adhesivo de contacto, fuente ornamental, juguete teledirigido, ruta ciclista, ninja animado, ingeniero teleco, jugador de beisbol, saurio-bala, oficinista, yogui, trofeo de caza o asesino simpático...
Y para acabar, una duda existencial... En serio, ¿Barney es un tiranosaurio?
[1] Es el relato de ciencia-ficción anterior a 1984 más reeditado; Contento, W.G. Index to science-fiction anthologies and collections, combined edition Rich Corben lo adaptó al cómic (1993) y Peter Hyams al cine (2005).[2] Roy Thomas/ Val Mayerick y Ernie Chua lo adaptaron a viñetas (1973) en Worlds unknown. Bradbury envió al protagonista, Reginald Rivers, a otro safari en el tiempo para la antología The ultimate dinosaur (1990); otros siete viajes completan Rivers of time (1993). En 2005, Chris Bunch escribe un décimo viaje como homenaje en la antología The enchanter completed.[3] También aparezco en la quinta serie (2011) de su adaptación televisiva.