No dejemos que los dirigentes europeos de los 27 destruyan el proyecto europeo
En comparación con la maniobra de la Sra. Thatcher cuando declaró en una cumbre europea en 1984 «I want my money back», «Quiero que me devuelvan mi dinero», la carta enviada por el actual primer ministro británico, el Sr. Cameron, a sus homólogos europeos, en la que reclama concesiones a favor de Gran Bretaña, parece más un chantaje cortés : «Dadme lo que reclamo, si no el Reino Unido podría abandonar la Unión después de un referéndum que se organizará como muy tarde en 2017». Sin embargo, si lo que se reclama en cuestión se presentó de manera cortés a los otros jefes de Estado o de Gobierno reunidos en Bruselas en diciembre de 2015, su puesta en práctica tendría consecuencias más graves para el futuro de Europa que las reivindicaciones de la Dama de hierro. Hay que tener en cuenta que muchos observadores británicos coinciden en que el referéndum británico no está organizado para reformar la UE si no para calmar a los euroescépticos del partido conservador británico y, por tanto, para permitir al Sr. Cameron continuar siendo primer ministro de Gran Bretaña. Sin embargo, la presente infolettre pretende centrarse principalmente en la actitud de los dirigentes de los otros 27 países y de los dirigentes de las instituciones europeas, y pretende invitaros, a los miembros de la AEPL, a responder a ellas. ¿Cuáles son las reivindicaciones británicas? 1. En el plano de la soberanía nacional, el gobierno británico demanda : - poder beneficiarse de una exención jurídica (opt out) que le exima de aplicarse la frase que figura en el texto fundador del Tratado de Roma de 1957 y que afirma que uno de sus objetivos es «establecer una unión cada vez más estrecha entre los pueblo europeos» ; - la posibilidad de que un grupo de Parlamentos nacionales bloquee nueva legislación europea ; - la posibilidad de participar o no hacerlo en las decisiones relativas a los asuntos de Justicia e Interior. 2. La protección de las monedas de los Estados miembros que no han adoptado el euro 3. La reducción de la legislación relativa al desarrollo del mercado único para conseguir mayor libertad en la circulación de capitales, de bienes y servicios. 4. La adopción de medidas orientadas a contener la llegada de inmigrantes al Reino Unido, incluidos aquellos que llegan de otros países de la Unión ¿Cómo interpretar estas reivindicaciones? Las concesiones relativas a la soberanía británica son objeto de un capítulo específico más adelante porque sus consecuencias para la Unión podrían ser catastróficas. En cuanto a la demanda de inyectar más competitividad en los negocios, rechazando todo aquello que pudiera suponerles un obstáculo, es cuanto menos una opción económica controvertida. Claramente, el Reino Unido reclama todavía más neoliberalismo. Sin embargo, son muchos los ciudadanos europeos que ya rechazan el neoliberalismo actual. Por último, introducir las condiciones relativas a la llegada de inmigrantes a Gran Bretaña de migrantes de la Unión es una discriminación inaceptable a favor de los ciudadanos británicos. Una gran amabilidad por parte de los dirigentes europeos frente a las reivindicaciones británicas Cameron parece hacer conseguido un importante apoyo por parte de sus homólogos europeos durante los primeros contactos. Los presidentes de tres de las instituciones europeas, Juncker(Comisión), Schulz (Parlamento Europeo) y Tusk (Consejo Europeo) están tratando de que las negociaciones con el Reino Unido tengan un resultado positivo para que los ciudadanos británicos se pronuncien a favor de la permanencia de su país en la Unión en el referéndum. Las negociaciones sobre las reivindicaciones británicas están en curso y se ha previsto un Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno para tratar esta cuestión el 19 de febrero de 2016. Un gran peligro de renacionalización de Europa
El Consejo de Administración de la AEPL
(1)https://fr.wikipedia.org/wiki/Rupert_Murdoch