Todo parece indicar que la historia de la villa de Llanes, hoy pujante enclave del oriente de Asturias, comienza a principios del siglo XIII, cuando el rey Alfonso IX le concede una carta puebla. El visitante que con atención recorra sus calles puede encontrar alguna de las huellas que han dejado sus casi ochocientos años de existencia.
Una vez obtenida la carta de población, Llanes se protege con una muralla de la que aún se conserva una parte en aceptable estado, como es el caso de la Torre del Castillo, cuya construcción data de finales del XIII, y en cuyo interior se alberga actualmente la Oficina de Turismo.
Además de su protección terrenal, los primitivos pobladores también tenían que atender los asuntos relacionados con su salvación eterna razón por la cual no tardan en iniciar las obras de la iglesia de Santa María que, no obstante, se demoran un tanto, ya que —según parece— el templo no se da por concluido hasta finales del siglo XV.
1. Torreón - 2. Iglesia de Santa María - 3. Portada occidental