Llega a Canarias una nueva especia de pez tropical

Publicado el 14 noviembre 2011 por El Tridente

Imagen La Provincia

Hace unos días apareció en las aguas canarias una nueva especie de pez tropical que ha dejado boquiabiertos a aquellos que catalogan el fondo marino, por aquello de abrir un expediente para incluir a la “Echiophis punctifer” en el apartado de “peces inmigrantes”. El hallazgo tuvo lugar en una playa que me trae malos recuerdos, quizá por llamarse como denominaban a mi primo en el barrio, la Playa del Cabrón.

El animalito, es una especie de serpiente marina de un metro de largo aunque puede llegar a medir un metro ochenta centímetros, lo que la convierte en una serpiente que podría jugar en cualquier equipo de baloncesto en el puesto de base. El nombre de Carmelita Cocodrilo no se crean que le viene porque la descubrió la mujer de Antonuco, Carmelita, al pisarla con sus zapatos de piel de reptil. Su nombre le viene porque forma parte de la familia de la carmelita y su aspecto se asemeja al de un cocodrilo.

Pero lo que los científicos se preguntan es, ¿qué hace este bicho por Canarias? Porque su hábitat natural se encuentra en las dos orillas del atlántico y no en nuestro archipiélago donde, todo sea dicho, es la primera vez que se la ve. Yo creo que su visita tiene más tintes turísticos que otra cosa. Atraída por el ‘todo incluido’ de los hoteles de nuestro archipiélago que tan conocido es ya en el exterior o incluso con la intención de ver más de cerca el proceso eruptivo de El Hierro, la serpientita ahora descansa en nuestras aguas.

Claro que si buscamos una explicación más racional y a la vez más científica, el pececillo tropical puede que haya recalado en nuestras aguas debido al cambio de temperatura de las mismas, lo que nos hace pensar en lo que podría llegar sí éstas se siguen calentando. ¿Se imaginan ustedes estar tranquilamente bañándose en alguna paradisíaca playa de nuestro archipiélago y encontrar un caimán o un tiburón blanco con el termostato averiado? A más de uno por el susto se le saldría un brazo por nadar por encima de sus posibilidades.

Lo único que nos queda es darle la bienvenida al Carmelita Cocodrilo pero sobre todo desearle mucha suerte. ¿Y por qué se estarán preguntando ustedes? Pues porque al ser un animal inofensivo, tímido y que le gusta residir en la orilla, ya llegará algún listo que intentará hacerse con él como trofeo.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…