Hasta aquí todo normal. Lo que ha hecho enfurecer a los usuarios es el peso de la dichosa actualización, que puede llegar hasta los 4 y 5 GB. El problema no es el peso del archivo, que puede tardar entre los 30 minutos y las 4 horas dependiendo de la conexión contratada de internet y de los servidores de Nintendo, el problema es que durante ese tiempo no se puede desconectar la consola por un posible brick de la misma. Si el usuario en cuestión tuviera un problema con su distribuidor de internet (como suele pasar en España) y tuviera una caída durante el proceso, ya sabemos la terrible consecuencia.
Parece que a Nintendo no empiezan a salirle bien las cosas con su nueva máquina que llegará al mercado Europeo el 30 de Noviembre en los modelos que todos conocemos, Basic y Premium, con unos precios de entre los 299€ para la versión Basic y de 349€ para la Premium.