Por fin llegó el día 7 de marzo y después de trabajar comí deprisa y corriendo y me marché hacia el aeropuerto. Llegué con tiempo, asique me tomé un café tranquilamente y cuando llegó la hora me puse en la cola para embarcar. Como era lunes no había mucha gente y pude coger un buen asiento en el avión, ya que con Ryanair no van numerados y te sientas donde puedes o donde te dejan los que van corriendo como si les fuera la vida en ello
Si!!! Ya estaba en Londres!!! Salí del avion y me puse a andar, y a andar, y a andar…. Después veinte minutos andando mas o menos, llegué al control de pasaportes. Te cogen Dni o pasaporte, lo escanean y listo. De ahí directa a coger el tren que ya llevaba reservado desde casa. Está todo muy bien señalizado, asique no tiene pérdida.
En la estacion de tren recogí el billete en las máquinas en las que pone Tickets metiendo el Localizador de la reserva y la tarjeta con la que había pagado.Fue todo muy rápido porque como me había informado mucho sobre todos los pasos que tenía que seguir me lo sabía de memoria, no dudé ni un segundo. Además puedes poner el idioma de la máquina en español.
Los horarios de los trenes y el anden correspondiente se pueden mirar en los paneles informativos que hay en la zona donde se recogen los billetes. Ahí va poniendo el anden en el que para cada tren y las paradas que hace, por lo que no hay prácticamente lugar a la equivocación.
Llegó mi tren, me monté y en unos 40 minutos estaba ya en la estacion Victoria. Cogí mi mochila y salí del tren emocionadísima porque ya sique si estaba en Londres. Creo que se me puso una sonrisa que no fui capaz de quitarme en todo el viaje, y mira que me di una buena paliza.
Una de las entradas a la Estación Victoria
Salí de la estación por inercia y como me había estudiado el mapa de memoria, llegué al Easy Hotel andando sin ningún problema.Era de noche y no había mucha gente por la calle, pero no me dió sensación de inseguridad. Además la calle del Easyhotel está llena de pequeños hoteles y Bed and Breakfast.
El check in en el hotel sencillísimo, les dices tu nombre, rellenas un papel con tus datos y te dan la llave. La habitación que yo había reservado era la pequeña con ventana, que es pequeñísima pero para mi sola y para el tiempo que iba a estar en ella me sobraba. En otro post os hablaré detenidamente del hotel porque he ido más veces.
Entré en la habitación, solté la mochila, me duché y me metí en la cama, que había sido un día largo y al día siguiente me esperaba uno muy ajetreado.