Siempre que podemos, como normal general, tratamos de estar en las zonas fronterizas únicamente el tiempo indispensable para realizar todos los trámites. Son áreas en las que se mueve mucho de todo de un país a otro y por temas de seguridad es mejor no turistear mucho. Hace dos días llegamos a Pacaraima para cruzar hasta Santa Elena en Venezuela pero hubo cambio de planes y hasta hoy no cambiamos de país.
El sábado, hablando con algunos venezolanos en Pacaraima nos recomendaron que si teníamos que llevar cualquier repuesto de la combi era mejor comprarlo en Brasil ya que en Venezuela iba a ser complicado encontrar piezas nuevas y de calidad. Así que esperamos hasta hoy, lunes, para comprar un par de cosas para la Zaigua, es mejor ir prevenido. Lo bueno es que ayer estuvimos entretenidos con una pareja viajera de Argentina y otro chico venezolano con los que nos pasamos prácticamente todo el día de cháchara.
Hoy a mediodía nos dirigimos hasta el puesto fronterizo y entre unas cosas y otras nos demoramos todo el día en realizar todos los trámites. Mi preocupación estaba del lado brasileño, me había pasado un mes más de lo que tenía autorizado y aunque ya sabía que a mí me iban a poner una multa económica, no tenía muy claro si nos iban a poner algún problema con el vehículo ya que está a mi nombre y por ley la Zaigua había permanecido de manera ilegal el mismo tiempo que yo.
Al entrar en migración enseguida el oficial me preguntó por la razón por la que había excedido del tiempo permitido y yo
únicamente le conteste que Brasil es un país muy grande para conocerlo en solo tres meses y que no había podido salir antes. También me preguntó porque no había renovado mi visa y le expliqué que
lo había intentado pero yo soy español y por tratados internacionales no se me permitía. Dicho esto me dijo que me iba a tener que poner una multa de unos 260 reales que tenía que pagar en el
Banco de Brasil y que expiraba en 5 años. Ahora no la tenía que pagar para salir pero si quería regresar a Brasil antes de cinco años se me iba a exigir este pago (como Andrea si pudo renovar su
visa de turista ella no tuvo ningún problema). Obviamente nunca comente que estaba viajando en un vehículo particular y con respecto a la combi no pasó nada.
Nos dirigimos hacia el lado venezolano y comenzamos muy bien pero el trámite se alargó demasiado. En migración nos sellaron el pasaporte y nos dieron 90 días de estancia y todo fue muy rápido, fue en aduanas donde se alargó el proceso. Para conseguir el permiso de la Zaigua teníamos que presentar el carnet de conducir, el título del vehículo, el pasaporte y el seguro venezolano, original y copias. El problema era que ni en la frontera se podían sacar las copias ni tampoco se podía comprar el seguro, la única opción era acercarse hasta Santa Elena, ya en Venezuela y a unos 12 kms de la frontera, para sacar el seguro y las copias. Nos parecía un poco raro que nos dejaran circular así sin más hasta esa ciudad sin finalizar el trámite y sin hacernos una revisión al vehículo, pero bueno, país nuevo, reglas nuevas.
A la entrada de Santa Elena cambiamos unos dólares a bolívares. Hoy estaban aceptando el cambio de USD$1 -130 bolívares!!
Es una barbaridad teniendo en cuenta que el cambio oficial esta alrededor de 8 bolívares, nos dieron una cantidad de billetes ridícula, todo en billetes pequeños, más que billetes oficiales
parecía que nos estaban dando unos papeles para una rifa o para jugar al monopoly. La situación actual que vive Venezuela es bastante complicada y parece que la economía está
difícil.
Aunque en la ciudad hay varias aseguradoras anunciadas, en realidad únicamente funciona una compañía internacional. Primero acudimos a un par de aseguradoras locales y nos decían que no nos podían ayudar porque el sistema estaba caído, nos parecía un poco raro porque nos explicaban que el sistema estaba caído desde hacía días. Después nos enteramos que la verdad es que les habían quitado el permiso para operar ya que se habían dado muchos casos de fraude a extranjeros.
En la aseguradora internacional tuvimos que comprar un seguro por un año (ya que según nos dijeron por ley solo se pueden sacar por ese tiempo) y pagamos 3800 bolívares. Al cambio paralelo no es muy caro, pero si hubiéramos conseguido bolívares al cambio oficial hubiera sido imposible.
Regresamos a la aduana, presentamos todos los papeles y después de un rato conseguimos nuestro permiso. Ahora sí, ya podemos recorrer un país del que tanto hemos oído hablar, tanto bueno como malo, pero hay que conocerlo de primera mano para poder tener nuestra propia visión de Venezuela ;)
David