Los magos de oriente son personajes citados en la Biblia, en el Nuevo Testamento. Es poco lo que realmente se sabe de ellos: se ignora cuantos eran y de qué tierras proceden. Pero la antigua tradición se ha mantenido y enriquecido con múltiples detalles que la mantienen vigente en muchos lugares del mundo.
Por ejemplo, se dice que el fundador de Lima (Perú), Francisco Pizarro impuso a la naciente capital el mágico nombre de "Ciudad de los Reyes" porque coincidió con la fecha en que los Reyes Magos se encaminaron a Belén, al igual que el gobernador y sus compañeros andaban buscando en los arenales entre Lima y Pachacámac el lugar más adecuado para establecer la nueva capital.
Sin importar realmente que no existan bases históricas para asegurar un mínimo de credibilidad a esta historia, ni aseveraciones que afirman de que solamente se trata por estos tiempos de un recurso comercial para alentar a muchas personas a gastar su dinero adquiriendo regalos para los niños de la familia, los Reyes Magos venidos de Oriente siguen completando un tríptico integrado además por la Navidad y el Año Nuevo tan curiosamente respetado como las leyes de Newton.
Así que, amigos, esta noche traten de no olvidar dejar agua y pasto para los camellos que llegarán cargados de regalos para que el amanecer del 6 de Enero se vea adornado por las risas de los niños que, en la riqueza o en la humildad, confirmarán que hay muchos misterios felices en el este mundo que superan realidades a veces dolorosas.