Hace mucho tiempo dejé de observar las estadísticas de este blog, no recuerdo desde hace cuánto. Durante una época me provocó frustraciones y hasta dolores de cabeza ver que la dichosa barrita azul de WordPress se quedaba por debajo de los 150 e incluso descendía a 80, 70 y hasta 20 visitas diarias. Me sentía un corredor en plena Bolsa de Valores, viendo como las acciones subían y bajaban, considerando cada visita como un supuesto símbolo del éxito de un post. Con el tiempo dejaron de interesarme las tendencias de la barra azul, y casi sin preocupación, poco a poco fue desapareciendo de mi rutina diaria la labor de revisar cuántas personas me han visitado en el día y cuánto había acumulado en el total del blog.
Recuerdo una conversación en una noche con el colega Darío, autor del blog Un Guajiro Ilustrado, mientras esperábamos la llegada de un P5 que nos rescatara de quedar varados a las puertas del Teatro Mella. En esa ocasión y quizás él se acuerde, conversábamos sobre las dichosas estadísticas y la ambición de acumular visitas. Recuerdo cuando me decía que lo importante no era si te visitaban 10 o 2000 mil personas diarias, sino que hay que ver aunque sea una visita a un post como un éxito, y sobre todo forjar un público fiel aunque este fuera de cinco personas. Y al cabo del tiempo comprendí sus palabras, lo importante es que uno mismo se sienta satisfecho con lo que escribe, lo demás: las visitas, las estadísticas, la cantidad de comentarios, etc, son cosas irrelevantes y hasta egocéntricas.
Por eso ayer casi ni le puse atención al contador. Casi ni me di cuenta que había llegado a las primeras 10 mil visitas. Casi ni presté atención que a solo ocho meses de aquel distante Censurar pa´ que no suene he logrado que 10 mil personas, entre ellas tú, me hayan podido leer.
Al llegar este martes al trabajo y volver a abrir el blog y ver la notificación de WordPress, me hizo retornar a la reflexión sobre el asunto. Sentí las ganas de escribir.
Solo debo dar las gracias a aquellos que deben ver lo ocurrido como una victoria también suya, me refiero a mis colegas Humberto y Ruslán (El Colimador). Y agradecer a otros blogs como Chiringa de Cuba, Cubano 1er Plano , El Colimador y medios de información como Rebelión, Cubainformación TV y Kaos en la Red por haber colocado algunos de los escritos. Además de agradecer a mi hermano Enzo por ayudar en la divulgación de cada post aunque no haya estado 100% de acuerdo con todos.
La tendencia de la bolsa comienza a subir por estos días, quizás pronto la cosa vaya a la baja. Como las crisis este mundo es a veces cíclico. Pero ya no importa. Y no es porque tenga 10 mil –bloguear, he comprendido, no debe estar en función de cuántas o cuántos te leen- sino que durante todo este tiempo no me he dejado de sentir satisfecho con cada letra, con cada post. Y esto porque personalmente tengo la convicción de que no me he quedado callado.
Gracias por seguir regalándome un poco de tu tiempo en leerme.
Archivado en: Editorial, Yohan González