Este año, el mensaje de la conmemoración del Día Mundial del SIDA es inequívoco: Cero Nuevas Infecciones, Cero Discriminación y Cero Muertes Relacionadas con el SIDA. De manera creciente se reconoce que la violencia contra las mujeres es a la vez causa y consecuencia del
VIH. Las pandemias gemelas tienen su origen en la discriminación de género, la subordinación de las mujeres, el desprecio por los derechos humanos de las mujeres y los desequilibrios de poder entre mujeres y varones que existen en las sociedades del mundo entero.
En 2011 el Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra la Mujer estableció una iniciativa global de enseñanza para abordar la intersección entre violencia contra las mujeres y VIH. Esto incluye a un grupo de beneficiarios del Fondo Fiduciario de la ONU que trabajan en ocho países (India, Kenia, Lesotho, Malawi, Rwanda, Sierra Leona, Sudáfrica y Ucrania) para ampliar las prácticas promisorias orientadas a abordar la intersección de las dos pandemias y profundizar los conocimientos acerca de cómo la violencia y el VIH interactúan en la vida de las mujeres y cómo enfrentar estas pandemias gemelas de forma eficaz e integral.
En ocasión del Día Mundial del SIDA 2012, representantes de algunas de las organizaciones que recibieron financiamiento del Fondo Fiduciario de la ONU respondieron a la siguiente pregunta:
¿ES POSIBLE ALCANZAR LA META DE CERO VIH/SIDA SIN VIOLENCIA CERO CONTRA LAS MUJERES?
Dr. Nduku Kilonzo, Directora Ejecutiva de
Liverpool VCT, Kenia
¡Es imposible! Los datos del África Subsahariana, donde tenemos las tasas más altas de la enfermedad, muestran que las jóvenes representan la mayoría de las personas que contraen nuevas infecciones, mientras que el riesgo de contraer VIH entre las jóvenes está claramente asociado a la violencia y vulnerabilidades de género. Las investigaciones muestran que las jóvenes que han padecido violencia ejercida por un compañero íntimo o que se encuentran en una relación de poca igualdad corren mayor riesgo de infectarse con VIH, en comparación con las que no padecen violencia. Los estudios también indican que se podría prevenir casi una de cada siete nuevas infecciones con el virus si las mujeres jóvenes no fueran sometidas a agresiones físicas o sexuales. La eliminación de la violencia entre las trabajadoras sexuales podría reducir hasta en 21.000 el número de nuevas infecciones en un país como Kenia, que registra 104.000 infecciones nuevas cada año. ¡No podemos seguir desoyendo a la ciencia! ¡No lograremos las metas referidas al VIH sin enfrentar la violencia!
Dr. Srinath Maddur, Director de Programa, Karnataka Health Promotion Trust, India
Estamos trabajando en el contexto de la lucha contra el VIH y la violencia hacia las mujeres en el trabajo sexual. Lograr la meta de Cero VIH entre las trabajadoras sexuales no será posible a menos que atendamos su vulnerabilidad frente a la violencia. El objetivo de proteger cada contacto de una trabajadora sexual depende del entorno, que debe ser libre de todo tipo de violencia, acoso y abusos. La decisión de tener contactos sexuales protegidos generalmente queda a cargo del compañero sexual o del agresor. Por tanto, es fundamental que los programas doten de poder a las trabajadoras sexuales y permitan al entorno que las rodea responder a sus necesidades.
Dean Peacock, Director Ejecutivo, Sonke Gender Justice Network, Sudáfrica
Las metas compartidas de llegar a cero infecciones nuevas serán imposibles de alcanzar si no acabamos con la violencia contra las mujeres y si no transformamos los roles de género que actualmente estimulan tanto la violencia contra las mujeres como los riesgos sexuales que se asumen. En un mundo donde algunas mujeres todavía no pueden afirmar su derecho a determinar si mantener o no relaciones sexuales y cuándo hacerlo, y donde todavía son objeto de violencia cuando se niegan a tener sexo o insisten en el uso de condón. En un mundo donde muchos varones todavía equiparan la virilidad con el dominio sobre las mujeres, la conquista sexual y el derecho sobre el cuerpo de las mujeres, y donde tantos varones utilizan la violencia para afianzar y custodiar las normas desiguales de género, no será posible lograr cero nuevas infecciones ni cero discriminaciones. En Sonke, creemos que es imperioso alentar a los varones a actuar en la convicción de que la violencia doméstica y sexual es perjudicial, que debe detenerse y que, como hombres, tienen una función crucial que desempeñar en la defensa de los derechos humanos de las mujeres y la promoción de la igualdad de género.
Halyna Skipalska, Directora Nacional, Fundación Ucraniana para la Salud Pública, Ucrania
Solo podremos llegar a VIH cero si eliminamos la violencia contra las mujeres. Ella juega un papel fundamental en el incremento del riesgo de las mujeres frente a la infección con VIH y las muertes por SIDA, y es a la vez causa y consecuencia de las infecciones con VIH. La violencia es el principal motor de la pandemia y un motivo fundamental por el que las mujeres son más vulnerables al virus que los varones. Las circunstancias que subyacen a la correlación entre violencia contra las mujeres y VIH/SIDA son un entramado complejo de condiciones sociales, culturales y biológicas. Cada año tenemos más de 21.000 nuevos casos de infección con VIH en Ucrania, más de 3.700 muertes por SIDA y más de 100.000 casos de violencia contra las mujeres. De modo que no será sencillo llegar a CERO en Ucrania.
Steven Iphani, Oficial de Capacitación, Coalition of Women Living with HIV and AIDS (COWLHA), Malawi
En Malawi, la violencia contra las mujeres es uno de los motores de la epidemia. El 58% de las personas que viven con VIH son mujeres, lo cual es indicativo de los problemas relacionados con la violencia contra las mujeres que las tornan más vulnerables a la infección con VIH. La violencia contra las mujeres aumenta su vulnerabilidad frente al virus y, a la vez, la condición de VIH positivas aumenta su riesgo de padecer violencia. Un estudio reciente que realizamos sobre violencia ejercida por la pareja entre personas que viven con VIH muestra que las mujeres VIH positivas padecen múltiples formas de violencia, el 38 por ciento sufre violencia sexual, el 20 por ciento violencia física y el 47 por ciento violencia psicológica, incluyendo el estigma y la discriminación. El 25 por ciento de las mujeres que viven con VIH además informaron que son obligadas a mantener relaciones sexuales sin condón, lo que constituye una violación a sus derechos y contrarresta los esfuerzos para prevenir el virus. Con estas estadísticas en mente, es imposible llegar a los tres ceros sin eliminar la violencia contra las mujeres, una violencia que se encuentra en el centro de los desafíos.
Para obtener más información acerca del trabajo que realiza el Fondo Fiduciario de la ONU para abordar las epidemias gemelas de violencia contra las mujeres y VIH/SIDA, descargue el siguiente documento: Effective approaches to addressing the intersection of violence against women and HIV/AIDS. (Enfoques eficaces para abordar la intersección entre violencia contra las mujeres y VIH/SIDA)
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Fuente: Onumujeres