Nadie nunca se ha explicado por qué los cubanos estando rodeados de agua nunca pueden comer pescado fresco ni tener acceso a los productos del mar que se mantienen históricamente con precios prohibitivos.
Pollo por pescado es la frase que resume esta carencia eterna, a la cual quizás con suerte se sume el cartel de Tilapia de mar si es que fructifican los proyectos que ya se asumen en Ciego de Ávila.
Un proyecto del Parque Nacional Marino Los Caimanes, y auspiciado por el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), del Fondo para el Medio Ambiente facilitará la cría de tilapias en el mar en la comunidad costera de Punta Alegre, al norte de Ciego de Ávila.
Se trata de una iniciativa que busca favorecer el desarrollo de las comunidades costeras en Cuba, a la vez que sirve de solución para suplir la proteína animal en la alimentación del hombre, según dicen los medios oficiales, en vez de cuestionarse el por qué las comunidades pesqueras se han quedado varias y cuáles son las razones por las que los pescadores tienen prácticamente prohibido pescar y vender lo que el mar les entrega.
Pero esas preguntas no tienen respuesta. Lo mejor es obviar lo esencial y apostar por la tilapia roja, un pez de alto valor comercial, que es fácilmente adaptable al agua de mar y puede alcanzar hasta 400 gramos de peso por ejemplar en un lapso que puede durar entre siete y ocho meses, cuando alcanza la talla ideal para realizar la cosecha.
Claro que el proceso será arduo. El cultivo debe iniciarse con la masculinización de los alevines en el centro de cría de Morón, desde donde serán llevados a estanques para su adaptación a la salinidad, proceso que puede durar entre 20 y 30 días hasta realizar la transferencia definitiva al agua de mar.
El costo de producción no rebasa el 20 % de los ingresos totales, además de resultar un plato exquisito que no sabe a tierra, como es el caso del ejemplar criado en agua dulce.
El Parque Nacional Los Caimanes, situado en el Archipiélago Sabana-Camagüey, hacia el centro-norte de la isla de Cuba entre las provincias de Villa Clara y Ciego de Ávila, posee extraordinarios valores en su flora y fauna, con un entorno en el que se ubican cayos y bahías que constituyen lugar de desove y hábitat de especies marinas, además de ser paso importante de corrientes migratorias de aves y peces.
Con información de Granma.
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