Hace algunos meses se publicó en algunos periódicos cómo Bill Gates, a través de su fundación, resaltaba la necesidad de evaluar las habilidades de las personas y su idoneidad al puesto de trabajo para seleccionar los mejores candidatos para formar parte de una empresa.
Actualmente, una formación teórica adecuada no garantiza un desempeño óptimo de las tareas del trabajo, sino que es necesario tener muy buenas aptitudes para desarrollar las funciones que se asignan. Además, las nuevas tecnologías y la globalización están incorporando modificaciones que exigen perfiles muy preparados y con gran capacidad para afrontar los nuevos retos.
Por tanto, para poder tener mayores posibilidades de optar al puesto y luego ser eficiente en su realización es necesario mejorar ciertas competencias y actitudes relacionadas con las nuevas situaciones profesionales. Entre las más tradicionales se encuentran la capacidad de trabajo en equipo, de comunicación, de resolución de problemas, la proactividad, etc.
Una de las competencias más novedosas y que está adquiriendo últimamente mayor valor es la capacidad de gestionar el conocimiento. Se ha comprobado que hoy en día, en un mundo en el que existe tanta información, muchas veces tan sesgada y poco contrastada, ya no es tan importante disponer de ella. Lo esencial es conocer dónde se encuentran las fuentes de conocimiento mejores, asimilar rápidamente aquellas nociones que nos permitan solucionar las dudas y problemas más importantes y aprender de nuestros errores y de la experiencia para ser más eficaces y productivos. Los estudios sobre las estrategias empresariales también están empezando a destacar el papel de esta gestión en la toma de decisiones acertadas por parte de los empleados que ejercen cargos de responsabilidad.
Estos aspectos son los que engloba la gestión eficaz del conocimiento y se exponen de forma muy sencilla y didáctica en los diversos capítulos del libro Cómo trabajar mejor potenciando el conocimiento. A través de ejemplos claros se explica, entre otras cosas, cómo organizar y difundir el conocimiento, cómo crear comunidades de práctica y cuáles son los pasos para innovar y generar ideas del modo más adecuado.
El ser humano traza su camino hacia al éxito en virtud de la grandeza y profundidad de sus conocimientos y de cómo los gestiona a lo largo de su vida. Está en cada uno de nosotros hacer que ese camino sea muy recto o, por el contrario, que se encuentre lleno de escabrosas curvas.
Puedes hacerte con el libro de Angel de Mora en el siguiente enlace: