Llenar el corazón

Por Monpalentina @FFroi

Aunque vuelan los días y el calendario apenas nos deja un resquicio para planificar el año, me siento recompensado de haber sido recibido por Josefa Sordo, de Polentinos, al filo de los cien años, que me recuerda, al estilo del mejor Gila: "cuando nací, yo estaba allí" y que ya se quejaba de la rapidez a la que va este mundo: "Entonces, no duraban na los días".
La mujer recuerda los inviernos, cuando al pueblo le había tapado de repente la nieve, y todos venían en casa de la tía Josefa a por el pan que salía de su horno.



Esas sensaciones que te transmite una mujer folklórica por naturaleza te suavizan un pasado terrible muchos días, en muchas casas, donde se masticaba sin descanso la conformidad.

En abril se marchaba mi padre a los 93 años, cronista silencioso de estos lugares. Muchas de las historias y curiosidades que he compartido con ustedes a través de este diario, que fue el suyo, me las conto él... Mi padre acudía todos los lunes al mercado de Potes, donde ya había corrupción y al hombre le impusieron una multa que no consistió en abonar un dinero que repercutiera en las arcas del municipio, sino en arrebatarle uno de los corderos que llevaba a vender a un restaurante de la villa, para darse una buena fiesta entre los concejales y el alcalde, lo que con el paso de los años se transforma en anécdota.

De una generación más cercana a la mía, en Aguilar nos dejaba hace dos meses Teodoro Bustamante, gestor durante muchos años del Hotel Valentín, después de andar y desandar todas las cumbres de esta montaña nuestra. Hace unos días, paseando por el Condado de Treviño, me topaba con una frase que resume a la perfección el sentido de nuestro tránsito por esta vida: "La vida es un instante que las personas forjan con sus actos, por lo que serán recordados". Y de allí volaba otra de mi propio cuño para mis seguidores en las redes: "Somos el instante en que vivimos. Fuera de ese momento es posible que tú ya no existas para nadie."

Se fueron en un momento, en un descuido, pero quedan en nuestra memoria sus aportaciones para el conocimiento de tantos caminos como recorrieron y de tantos gestos como compartieron con nosotros.

Imagen: Teodoro Bustamante-Sensaciones en la cima.
Pareidolia: Vigilante en el Cuchillón.

Para la sección "La Madeja, en Diario Palentino, @2018