Hace unos años, la cineasta israelí Rama Burshtein , miembro de la religión ortodoxa desde los 25 años, conoció a una chica que se iba a casar con el marido de su hermana fallecida, algo común en su comunidad pero inaudito para ella hasta la fecha. De la sorpresa inicial, sin embargo, Burshtein pasó a la curiosidad, y de la curiosidad al interés y a la imaginación de cualquiera que se dedique a contar historias. “¿Qué debe pasar por la cabeza de esta chica, porqué ha decidido casarse con su cuñado?, ¿hay amor?, ¿hay sacrificio?”. En estas preguntas se encuentra el punto de partida de Llenar el vacío, la ópera prima de la directora.
La cinta nos presenta a Shira, la hija más joven de una familia ortodoxa residente en Tel Aviv. Con solo 18 años, la protagonista tendrá que hacer frente a la pérdida de su hermana mayor a la vez que se ve obligada a... (continuar leyendo)
Lo mejor: la emotividad que transmite la actriz protagonista y la capacidad narrativa de la directora en esta ópera prima.
Lo peor: la secuencia final de 30 segundos o menos, que no acaba de cuadrar con todo lo que hemos visto hasta el momento.
Nota: 8
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