Llora Málaga, llora

Por Malaka

Por José Daniel Rojo

Has decidido marcharte; hoy has cumplido el sueño de unirte, de nuevo, a tu querida Nieves. Abandonas el albero de una vida que te ofreció de todo: de lo bueno, lo mejor y de lo malo, lo menos malo a lo que tu siempre trataste de poner el toque personal "made in Vallejo". La ironía elegante formó parte de ti. Siempre queriendo estar en un segundo plano, tratando de pasar desapercibido y dándote a destacar cuando tu convicción te invitaba a ello. Y ahora te vas, y dejas en la Málaga de tu alma un aroma y una manera de hacer y decir las cosas. Caballerosidad, humildad, generosidad y saber estar.

Málaga, tu tierra, se queda huérfana de un buen hombre que encontró en el mundo del toro su verdadera pasión, después de su familia, claro está. Familia que quedó rota cuando Nieves os dijo un "hasta pronto". Lograste venirte arriba en varas aunque llevaste la pena en el corazón como fiel compañera de viaje. Hoy has logrado unirte a ella, a la mujer que construyó junto a ti el pilar fundamental de vuestras vidas. A partir de hoy volverás a hablar con ella de toros, ella defenderá a su Esplá y tu, mientras tanto, le podrás decir que no estabas equivocado cuando confiaste ciegamente en Talavante al que por fin viste triunfar en Las Ventas. Magistrales serán esas tertulias que formaréis en el cielo hablando de toros: de Antonio Ordóñez al que viste y admiraste y del Manolo Segura al que diste el último adiós hace muy poco tiempo.

Aún recuerdo la llamada que me hiciste hace unos días, ¿quien iba a imaginar que sería la última? Hablamos de toros, de Resurrección en Málaga y fijamos que la última semana de febrero vendrías al programa taurino que presento. Tanto tiempo aplazando el momento y al final no tendré la suerte de compartir tertulia en el Redondel que hoy llora también tu ausencia. No logro olvidar tampoco la primera vez que cruzamos palabra. Fuiste tu el que diste el primer paso cuando mi teléfono sonó para recibir el agradecimiento por unas palabras que no hacían más que justicia a la verdad. Luego vinieron tertulias y consejos, sobre todo consejos. Consejos que siempre llevará por bandera "el niño de Vélez" como cariñosamente me llamabas.

Hoy te llevas contigo un pedacito de historia taurina de Málaga y muchos amigos. Labor que has conseguido por caminar por la vida siendo un hombre de bien, auténtico y con sello propio. Te costó muchos disgustos el ir siempre con la verdad por delante, pero como bien me decías "con la verdad se va a tós laos". Llevabas razón Vallejo, pues con la verdad has abierto tu hoy la puerta grande del cielo. Un cielo al que quiero que te asomes en forma de estrella el próximo Domingo de Resurrección en La Malagueta de tus entrañas, una Malagueta que empieza una nueva etapa con la que tu estabas más ilusionado que nunca.

Me cuesta trabajo hablar de ti y hacerlo en pasado. Cuesta hacerse la idea y más aún cuando se trata de personas que consiguen hacer mella en el transcurrir de una vida. Tus pensamientos, tus irónicos comentarios y sobre todo, tu sabiduría, estarán siempre revoloteando entre los corrillos taurinos malagueños que hoy no pueden evitar llorar tu ausencia.

Hasta siempre Amigo.-