Cuando escribo, escucho que en la calle llora un niño. Lo hace todos los días y es el mismo niño, de eso estoy seguro, aunque nunca llore a la misma hora.
Cuando escribo, escucho que en la calle llora un niño. Lo hace todos los días y es el mismo niño, de eso estoy seguro, aunque nunca llore a la misma hora.