Llull demuestra que, dado que Dios es infinitamente simple, es tres personas, lo que puede parecer un absurdo. Sin embargo, lo prueba así: 1) Ser simple en grado sumo conlleva simplificar (según el axioma que establece que el ser es mayor si existe y actúa que si sólo existe).
2) Simplificar conlleva un simplificante y un simplificado.
3) Si el simplificante y el simplificado fueran uno y el mismo, serían un ser compuesto. Luego ni el simplificante ni el simplificado serían simples, lo que es absurdo ex definitione. 4) Por tanto, el simplificante y el simplificado, así como el simplificar, son necesariamente distintos, aunque deban darse los tres necesariamente para alcanzar la máxima simplicidad.
5) Si el simplificante, el simplificado y el simplificar son distintos e infinitamente simples, y sólo Dios es infinitamente simple, se sigue que el simplificante, el simplificado y el simplificar infinitos son Dios; o lo que es lo mismo: que Dios es trino.