Género que de alguna manera está al alza en cuanto a cuota de taquilla se refiere, pero que referente a su calidad está bastante devaluado. Los estrenos a lo largo del año son bastantes en cuanto a número (no como cuando éramos pequeños que solo podíamos verlos en épocas navideñas) pero muy pocos tienen cierta categoría para poder destacar del resto, la brecha entre calidad y cantidad es similar a ciertas fosas oceánicas.
Este no es el caso de “Lluvia de albóndigas” que tiene un guión repleto de originalidad, puede que la calidad de los dibujos no sea increíble. Pero el conjunto se compensa con una historia bastante original y divertida, con personajes que merecen la pena y que han sido bien perfilados. No incurre en los típicos tópicos que se reiteran de forma machacona en la mayoría de los ejemplos del género.
Los padres de “Lluvia de albóndigas” han conseguido que suelte una carcajada en la sala de cine, algo que hace mucho tiempo que no ocurría, aunque parezca prepotente, solo por eso merecen mi profunda admiración. Además de porque no se han limitado a crear gags de otras producciones para adultos como estamos hartos de ver en el resto de realizaciones animadas que invaden el mercado.
TRONCHA