Como es conocido, las lluvias de estrellas, se producen cuando La Tierra atraviesa la trayectoria de un cometa y los residuos que este deja se incendian al entrar en la atmósfera, dando lugar a esta sensación.
Este fenómeno comenzó el pasado 13 de febrero y se extenderá hasta principios de abril, pero es el 18 de marzo el mejor momento para la observación, cuando se registrarán hasta 20 estrellas por hora.
Las Virgínidas toman su nombre de la constelación de Virgo, de donde proceden. Pasaremos ahora a contar una breve historia sobre el mito de Virgo:
Virgo, también conocida en la mitología griega como Astrea era la diosa virgen que llevaba los rayos de Zeus en sus brazos.
Astrea era hija Zeus y Temis, siendo pues una titánide y personificando junto a su madre la justicia.
Fue también la última inmortal que vivió entre los humanos durante la Era dorada de Cronos, abandonando la tierra en último lugar cuando ésta se volvió más bélica en la Era del bronce. Zeus la subió al cielo, situándola entre las estrellas como la constelación Virgo, y la balanza de la justicia que llevaba en las manos se convirtió en la cercana constelación Libra.
Durante la Guerra de los Titanes, Astrea fue una aliada de Zeus. Como Niké (la diosa de la Victoria), se convirtió en una de sus ayudantes: la portadora de sus rayos. La recompensa por su lealtad puede haber sido el permiso para conservar su virginidad (es la única virgen entre todas las Titánides) y un lugar entre las estrellas como la constelación de Virgo. Esta constelación se representa como una diosa alada con una aureola brillante, que porta una antorcha (todos estos son atributos de una diosa de las estrellas) y los rayos de Zeus.
Este artículo se une así otros donde escribimos sobre acontecimientos astronómicos como las Leónidas o las Perseidas.