Un periodista preguntaba hoy en la rueda de prensa del Consejo de Ministros: ¿No sería mejor dejar de enviar políticos de alto rango a Haití y dejar libre la pista del aeropuerto para que llegue la ayuda humanitaria? Un poco simplista, pero algo de razón tiene el colega viendo el caos del aeropuerto que si funciona, aunque esté al borde los colapso, es porque los norteamericanos han asumido el control.
El bombero Oscar Vega con el niño rescatado.
La Unión Europea anuncia una lluvia de millones para Haití aunque, como todos, ni en Bruselas ni en los Estados miembros saben muy bien qué es lo mejor que se puede hacer para ayudar a los haitianos. España, por su cuenta avanza que tiene 141 millones de euros preparados para Haití.
Una cifra importante, si conseguimos gastarla en beneficio directo de los haitianos para sacarlos de la situación de emergencia actual y encontramos la forma de contribuir a la reconstrucción del país. Aunque hay países hermanos, como Senegal, que están ofreciendo su territorio para acomodar a la población haitiana que tardará, de todas maneras, muchos años en recuperar el pulso y la vida normal. Una normalidad que, realidad, nunca han tenido.
La Comisión Europea habla de 107 millones disponibles inmediatamente y de otros 200 millones a medio y largo plazo. Para estos días de anguastia y desesperación, para evitar que la población haitiana resulte aún más diezmada por la miseria y la falta de ayuda, Bruselas envía ya 30 millones de euros y los 27 países de la UE, 92 más. España, al frente de la Presidencia, ha enviado a Fernández de la Vega a Haiti, Santo Domingo y Brasil. La misnitra de Exteriores irá a Washington y Nueva York, para coordinar la yuda; y el comisario de Gucht evaluará en Puerto Príncipe cómo podemos ser más eficaces.