La cocina es una de las estancias que limpiamos con más frecuencia, ya que la usamos a diario, seamos más o menos cocinillas. Lo mismo ocurre con el cuarto de baño y, aunque pensemos que no tienen nada en común, ambas estancias pueden sufrir los daños de la cal en sus griferías, sobre todo cuando nos encontramos en lugares con un agua demasiado dura, que se evapora y deja residuos minerales blancos en todos los grifos y desagües, haciendo que se vean descuidados.
Aunque utilizando un descalificador de agua o productos especiales para prevenirla, podremos evitar, en la medida de lo posible, que nuestros grifos se impregnen de cal, eliminarla es una tarea mucho más difícil, sobre todo cuando buscamos una solución persistente y definitiva. La experta Laura Giraldo nos cuenta cuál es el truco más sencillo que su padre le enseñó para limpiar la cal de los grifos: sin esfuerzos, sin productos químicos y sin dañar las superficies. ¡Descúbrelo!