Autor : Kurilonko
Sonidos efímeros, etéreos y omnipresentes como relámpagos en lontananza; cadencias de sombras entre sombras que agigantan el fragor de hojarasca en mis pensamientos: desarraigados del contenido, latiendo con prisa endiablada por proyectarse en alguna acción descabellada o nó. Luces, luces y sombras; sonido, sonidos y silencio, silencio y nada más que el incontenible transitar de líquido por venas y bulbo cefalorraquídeo. Placer en la contemplación interior sin más compromiso que ser el sostén de la vigilia incontenible que pulula por los techos y avenidas -relucientes de lluvia y luna- solitarias, de mi Melipilla natal y la calle que nunca más transitaré.
Volutas de recuerdo viborean en rededor, tratando de asentarse y materializar el contenido ignorado que les trajo hasta este día y hora. Adamo cantando "Era una linda flor" desde un rayado vinilo en los salones de la Municipalidad, en esos alocados días de baile mejilla a mejilla, mi vocación de infidelidad no premeditada, tocando con "The Green Lions" en el escenario: Pax requiéscat. Dadme un poco de paz o dadme un mucho de horror y guerra, no escatiméis ni me dejéis con la mano abierta... o empuñada; más, ídos.
Vivir eludiendo el sablazo inmisericorde por lo calculado de los acontecimientos, ora aleatorios y ora exactos como dos y dos son tres según aseguraba Cassandra. Montarme en lo insondable de un destino en el que nunca creí y sin embargo me tomó como rehén y cómplice; emprender un viaje que, empero, no será ni el definitivo ni el último, porque tampoco alcanzó a ser el primero. Vivir aprendiendo. Vivir aprendiendo a olvidar lo inútil, fatuo y vacío. Aprendiendo a olvidar rostros, situaciones y, resumiéndolo todo, abarcándolos a todos: personas. Depositarlas con algo de amor y dedicación en el baúl del semiolvido, alojarlas allí para evitar que, involuntariamente, de alguna manera, mi cercanía por alguna razón les pueda hacer daño. De buena persona a mal bicho hay sólo un delgado hilo como frontera: alguien lo dijo alguna vez -o puede ser que sea sólo imaginación mía- en todo caso, no hay manuales ni folletos que homologuen su cualidad de tal.
Palabras que hace tiempo perdieron su significado luminoso y amable; miradas que se ahuecaron quedando sólo su eco rebotando al interior del cráneo. Pensamientos y anhelos de vida no cumplidos que se amontonan sin orden ni concierto. Pasto tentador para la carcoma y el orín de los tiempos.
Olvido.
Rencor.
Una vuelta más de tuerca.
Siempre el mismo temor, siempre el mismo puño.
© La Consulta de Kurilonko 2016.-